Chubut Para Todos

Xuxa como nunca la viste en su versión Drag Queen

Xuxa Meneghel apareció en la portada conmemorativa de los 27 años de la revista Caras Brasil en apoyo a la causa LGBTQ.

—¿Cómo se sintió como Drag?

Linda, poderosa y feliz. Estoy muy emocionada por estar en un mundo tan fuerte y con tantas historias para contar. Es como si estuviera viviendo un personaje por unos minutos, pero la realidad está lejos de ser sólo glamour. Uno no necesita ser gay para luchar contra la homofobia. Cuando nos callamos, aceptamos, y yo no acepto la falta de respeto. Si uno tiene la posibilidad de hablar por quienes no tienen voz, es una obligación hacerlo. No puedo dimensionar el dolor que sienten, pero les pido permiso para hacerles este homenaje. Por ejemplo, voy a hablar ahora de                 transexualidad: tengo muchas amigas trans, cada una con su historia. Muchas vivieron la discriminación en sus casas con los padres, que no aceptaban su condición. Escucho muchas historias de cómo ellas, por el hecho de no ser aceptadas, quieren vencer en la vida para mostrarle al mundo que no son una más.

   —¿Siempre defendió a las minorías?

Nunca me aleje del público LGBTQIA+. Cuando hice el show XuCha, vi que algunas personas no aceptaron la idea, porque yo siempre trabajaba para chicos, y eso me movilizó. Incluso personas que trabajaban conmigo diciéndome que no lo debería hacer. Y muchas empresas con recelo de poner sus anuncios en el programa. Algo que siempre existió, pero que yo no veía. En la televisión, también vi cierta resistencia en llevar trans de invitados. No tenía idea que había un prejuicio tan grande y me pareció que si yo me enarbolase y no apenas levantase y abrazase la bandera gay sería una posibilidad de darles voz y fuerza, que siempre fueron estrujados por muchos y no nos dimos cuenta, porque estamos muy preocupados con nuestras vidas.

  —¿Es ignorancia o parte de la cultura?

Ignorancia es la palabra más adecuada para calificar a los homofobicos. No veo otra cosa que no sea eso. Infelizmente, va a existir siempre, porque el ser humano es ignorante. Muchas personas que se dicen cultas son las más ignorantes e incluso las más desinformadas son influenciadas fácilmente por ellas.

 —¿Cómo es su historia con Maya y sus mamás?

El amor de la dos y su espera para ser mamás… Ya amaban a ese ángel antes de conocerlo. Era evidente que Maya iba a ser muy amada. Nuestra relación es de mucho amor, mucho.

   —¿Cuál es la importancia de hablar sobre el tema a padres e hijos?

Hablar de amor en los tiempos que corren es muy bueno y necesario. estamos viviendo un momento en que el odio se disfraza de decisiones políticas, de fe, de creencia, de poder… cuando levantamos la bandera del amor, vienen los mal amados y la quieren destruir.

 —El libro también dejó en evidencia muchos prejuicios de los cuales siempre fue víctima, ¿Por qué cree que siempre la prejuzgaron?

Puedo enumerar muchas artistas que hicieron su arte y nunca fueron juzgadas y discriminadas por eso. En verdad, eso pasa por la falta de situaciones reales para atacarme. Solo espero que esas personas se informen y mejoren como seres humanos. Hay muchas cosas importantes que deberían ser tema. Por ejemplo, los crímenes contra homosexuales que todavía suceden producto de la ignorancia. Si la persona fuera amada e informada, no haría bullying. Nadie ataca a otro porque es gay, a no ser por ignorancia o porque desea tener el coraje de esa otra persona, de ser ella misma, le moleste a quien le moleste.

 —El mensaje del libro es claro: el lenguaje que debe prevalecer es el del amor. ¿Cómo transformar los discursos y las actitudes de odio?

Hoy, en especial, está difícil, porque las personas que tienen amor en el corazón tienen miedo y las que tienen odio están fortalecidas por nuestros gobernantes. Es vergonzoso lo que estamos viviendo. Me gustaria saber que le pasa a las personas por la cabeza al apoyar un gobierno lleno de odio y desamor (NdR: en referencia al mandato del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro). Cuando uno no toma posición y, por el contrario, acepta, está siendo connivente con el machismo, la homofobia, el racismo. La ley del más fuerte sobre el más débil liberando armas, apoyando la caza de animales, aceptando que nuestros chicos sean castigados por los padres, la escuela y la Iglesia en lugar del diálogo… Es eso lo que las personas aceptan al quedarse al lado de esta política. ¿Cómo? ¿Por miedo? ¿Por ignorancia? ¿Por maldad? Nada justifica aceptar lo que está ocurriendo en mi país. Nada.

 —¿Qué mundo le desea a Maya?

Espero que las Mayas hagan una revolución, que no acepten, asi como sus madres, la vida que nos toca hoy. Espero que luchen para que sus hijos no tengan que vivir el prejuicio, la discriminacion, el abuso de poder, la homofobia, el racismo, el machismo… Eso tiene que ser una cosa del pasado y no del futuro de ellas. Espero que todos se unan para cambiarlo.

 —¿Qué consejo le daría a los padres para que puedan lidiar mejor con eso?

Hablen de amor, muestren el amor, hablen, instruyan, informense, pónganse siempre en el lugar del otro… ¿Te gustaría que te hicieran eso? ¿Te gustaría que alguien te hablase o actuase así con vos? Partiendo de esa base, el mundo será mejor. No juzgues para no ser juzgado, no discrimines para no ser discriminado, y así por delante…

 —2020 está terminando, ¿qué balance hace de este año?

Pandemia, muertes inimaginables… En el Gobierno, se les cayó la máscara, y de hecho muchos no la usaron. Un año marcado por la falta de amor, la ignorancia, la falta de respeto, las tragedias, el dolor, el desempleo, el lucro… es un año para no olvidar.

 —¿Qué espera del 2021?

Que venga rápido y con él la vacuna, menos hospitales llenos y, de preferencia, que las personas puedan tomar decisiones más acertadas: no solo en la elección de sus gobernantes sino también eligiendo todos los días una vida mejor, con más amor y menos odio.