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Vladimir Putin llamó a Alberto Fernández para conocer su estado de salud

El presidente de la Federación Rusa llamó para conocer el estado de salud de Alberto Fernández, tras dar positivo en coronavirus. El mandatario argentino aloró “los efectos positivos de la vacuna Sputnik V” para transitar la infección por Covid-19 “de manera leve y sin síntomas”.

Le dijo varias veces que era su amigo. Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, llamó por teléfono a Alberto Fernández para interiorizarse sobre su estado de salud ya enterado de que el Presidente transita un cuadro leve de covid. Y le dijo, sí, que era su amigo. La relación es recíproca porque Fernández también lo considera de ese modo y se prometieron contar con el otro cuando fuera necesario.

Yo le agradecí mucho, le dije que si todo era tan leve era gracias a la vacuna Sputnik“, dijo el Presidente. “Le dije que la vacuna tiene un gran prestigio en la sociedad argentina y que dado el modo en el que repercutió en mí, queda claro que tiene mucho sentido”, agregó.

Pero la salud del mandatario argentino no fue lo único que conversaron Fernández y Putin. “Hablamos de seguir trabajando juntos y le dije que cuando pase esto quería seguir hablando con él por el apoyo de Rusia a nosotros en el Fondo y para seguir viendo cómo Rusia participa en proyectos en la Argentina y cómo mejoramos el vínculo bilateral”, dijo el Presidente a este diario.

“Nunca olvide que en mí tiene un amigo que además está en deuda por la vacuna que me proporcionó”, le dijo Fernández.  “Él me dijo que era  mi amigo y que estaba orgulloso de mi templanza”, le contestó Purin.

“Fueron todos elogios. Una conversación donde sólo nos cruzamos elogios”, resumió el Presidente.

“Estoy bien, se lo debo a Putin”, reiteró Fernández a este diario con la sensibilidad propia de quien está transitando una enfermedad y se permite más la emoción porque baja el armazón que la vida cotidiana nos obliga a ponernos día tras día.

El Presidente ruso le dijo varias veces a Fernández “Gracias a Dios que está bien”. Su llamado fue un gesto que va más allá de lo informativo: quería hablar con el Presidente. Porque Putin ya tenía muchos datos sobre la salud de Fernández: el fin de semana lo llamó mucha gente del Instituto Gamaleya y hablaron tanto con el médico del Presidente como con la ministra de Salud Carla Vizzotti. Ambos mandaron todos los informes a Rusia que dan cuenta de que, según dijo el Presidente, “está todo controlado”.

De modo que Putin lo llamó para escuchar cómo estaba sin intermediarios.

En el comunicado oficial que envió el Gobierno, se subraya que el Presidente volvió a solicitar la ayuda de su par de Rusia para garantizar el envío regular de vacunas hacia la Argentina. Putin se comprometió a que el suministro de vacunas seguirá siendo el acordado.

El texto también dice que durante la comunicación, Putin insistió con la invitación al presidente Fernández para ir a Rusia y señala que además de lo sanitario es de su interés seguir profundizando la relación entre ambos países.

No está de más recordar que no hace demasiado tiempo, el presidente Alberto Fernández recibió una ridícula denuncia de parte de Elisa Carrió por “envenenamiento colectivo”, que luego de la publicación en prestigiosa revista científica The Lancet la oposición cambió de estrategia y acusó al Presidente de no conseguir más dosis del veneno y que ahora que amainó la campaña antivacunas y el suministro es fluido, la batalla se desplazó a qué hacer con el creciente número de contagios.

Porque está aumentando de una manera alarmante y la puja es entre el Gobierno porteño y el bonaerense respecto de qué restricciones imponer para que el sistema de salud no colapse. No sorprende saber que la Ciudad de Buenos Aires, la que más casos tiene, es la que tiene el gobierno más reticente a restringir actividades a pesar de que los números, a diferencia de las personas, tienen la costumbre de no mentir.