Chubut Para Todos

Un programa que lleva luz a los rincones más remotos del país

Desde 1999, esta iniciativa oficial lleva energía solar y eólica a pueblos y localidades rurales de la Argentina.

Aunque para la mayoría parezca algo difícil de concebir -porque con sólo apretar un botón se hace la luz- 150.000 hogares de la Argentina no tienen acceso a la red de energía eléctrica. Esto significa que dependen de velas, mecheros, faroles o fogatas para alumbrarse, cocinar y darse calor.

Desde 1999, un programa oficial, el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) busca llevar los beneficios de luz a pueblos y localidades aisladas del país.

Es una iniciativa del Ministerio de Energía y Minería que además de proveer iluminación en viviendas, escuelas, puestos sanitarios o centros comunitarios, permite que esas poblaciones accedan también al agua caliente y a la calefacción. Y todo utilizando fuentes de energía renovables: en la mayor parte de los casos el sol (paneles fotovoltaicos) y también el viento (turbinas eólicas).

“La primera etapa del PERMER finalizó en 2012 y permitió la electrificación de unas 1800 escuelas, 350 servicios públicos y 27. 000 viviendas. También se proveyeron e instalaron 307 artefactos, entre hornos, cocinas y calefones solares a instituciones de servicios públicos -explican voceros del proyecto a ARQ WEB-. La segunda fase comenzó en octubre del 2015 y finalizará en 2020. El objetivo es continuar con la electrificación para lograr el acceso universal a la energía en todo el país”.

“No es lo mismo leer con velas, esperando que salga el sol, que tener luz” dice Luis Latorre, director de la Escuela Laguna Miranda en Neuquén. “Podemos usar material audiovisual, la fotocopiadora”, asegura otro docente de El Impenetrable, en Chaco.

“En los próximos 18 meses, está previsto instalar unos 18500 equipos fotovoltaicos para usuarios residenciales; la instalación y repotenciación de equipos en unas 700 escuelas y otros servicios públicos, la provisión de energía para bombeo de agua y actividades productivas y la provisión de mini-redes o centrales hidroeléctricas, también de energía renovable, que, en conjunto, beneficiarán a 118.000 personas”, agregan desde el Ministerio de Energía y Minería.

Hasta el momento, se han instalado equipos para la provisión de energía en Jujuy, Corrientes, Salta, Neuquén, Río Negro, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Chubut, Chaco, Misiones, San Juan, Córdoba, y La Rioja. Actualmente, está en marcha la Licitación Pública Nacional Número 3 para la provisión e instalación de 7500 equipos fotovoltaicos en Chaco, Corrientes, Catamarca, Salta, Tucumán, San Juan, Río Negro, Mendoza y Santa Cruz.

“La vida nos cambió desde que tenemos la luz -dice Florencia Blanca, usuaria domiciliaria en El Juramento, una localidad del Departamento Güemes en Chaco-. Los chicos pueden estudiar a la noche. De día no tienen tiempo porque hacen la tarea en la granja, pero ahora de noche tienen la luz y estudian, hacen los deberes de la escuela”.

Desde el punto de vista del financiamiento, dicen voceros del PERMER, el Programa es sostenido por un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), dependiente del Banco Mundial de 200 millones de dólares. Para ese monto, hay una contrapartida estipulada de 40 millones financiada por unos casi 11 millones de dólares provistos por el Estado nacional, unos 6 millones de las provincias y aproximadamente 23 millones del sector privado.

Para participar del Programa, “cada provincia hace un relevamiento de potenciales usuarios y de sus necesidades y se las comunica a PERMER. Luego se firma un convenio de participación entre ambos, se evalúan los pedidos y se establece el orden de las instalaciones en los sucesivos llamados a licitaciones, abiertas según cada pliego a todas las empresas que tengan experiencia en el mercado eléctrico y en instalaciones en el mercado rural”, puntualizan desde el Ministerio de Energía y Minería.

En cuanto al costo de las tarifas, se fija internamente en cada provincia: primero, cada provincia define el costo de la tarifa plena y luego establece cuánto subsidia y cuánto paga el usuario.

Una condición para ser incluido en la iniciativa es que no esté previsto incorporar esa localidad o región a la red eléctrica convencional, al menos no en el corto plazo. “Nuestro proyecto se dedica a la inclusión social de los sectores rurales dispersos para mejorar su calidad de vida a partir de energías renovables” concluyen los voceros de PERMER.