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Un estudio desnudó la desnutrición infantil de Chaco: en Quintilipi la mitad de los chicos están desnutridos

Fue el propio jefe comunal de Quitilipi quien realizó el relevamiento. Es pediatra y fundador de CONIN. Lucha por evitar los daños irreversibles de la desnutrición infantil. Cómo se la combate.

En Quitilipi necesitan ayuda y él lo sabe. El intendente de esa ciudad chaqueña estudió a los nenes de 100 familias y el resultado fue colosal: la mitad de los chicos están desnutridos y sufren hasta el grado más extremo de la enfermedad. Este resultado se suma al reciente comunicado de la Iglesia que reclamó ayuda para quienes viven en la miseria y a la respuesta del Gobierno que reconoció que “estamos en el peor momento”.

En la evaluación se analizaron a 54 nenes, de los cuales 27 pasan hambre día a día.Todos tienen entre 0 y 16 años y pertenecen al “Movimiento 25 de Mayo”, una agrupación vecinal que se organizó hace un año para solicitar asistencia social y terrenos fiscales para instalarse.

Según el informe, que elaboró en abril el jefe municipal de la UCR por Cambiemos, Carlos Casalboni, el 52% de 23 chicos menores de 5 años “presenta algún grado de afectación nutricional”, incluso desnutrición grave. También reveló que el 49% de 31 nenes mayores de 5 años sufren la misma afección: déficit de talla y peso, alteración inmunológica y daño neurológico. En otras palabras, pobreza estructural y relegación estatal.

El funcionario de Quitilipi, localidad ubicada a 140 km de Resistencia, también es pediatra y miembro fundador de CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil). “El niño con afectación inmunológica se enferma más, tiene una menor respuesta al tratamiento, mayor riesgo de que se agrave y en casos de niños con desnutrición moderada o profunda el riesgo de mortalidad es aún mayor”, detalló en el escrito.

En otra conclusión alarmante puso énfasis en el daño intelectual irreversible que se ocasiona si la atención médica no es inmediata: “Un tratamiento implementado luego de los 5 años mejora o corrige la afectación inmunológica, pero no la neurológica pudiendo permanecer ese niño con intelecto dañado para toda su vida”.

Casalboni aseguró que esta realidad es la de “muchos barrios periféricos”. Al funcionario le preocupa la situación que denuncia desde hace años a través de CONIN, sobre todo porque “un chico que no tiene un buen desarrollo neurológico en sus primeros años, no va a poder aprender en la escuela, no va a tener un nivel intelectual adecuado”.