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Triple Crimen de la Efedrina: un DJ millonario y una cuenta bancaria en Paraguay

A nueve años del Triple Crimen, la investigación avanza en silencio. La historia del empresario que importó 10 mil kilos de efedrina y la huelga de hambre de Pérez Corradi.

Esta semana se cumplen nueve años del Triple Crimen de General Rodríguez y los familiares de las víctimas todavía siguen reclamando respuestas. “Para resolver el caso hay que avanzar a fondo sobre el tráfico de efedrina”, advierten los investigadores. Ese negocio millonario se transformó en un rompecabezas con más de 30 causas abiertas. Y faltan recursos para sistematizarlas. Las investigaciones siguen tropezando con los poderosos en juego. Pero todavía se abren puertas. Infobae pudo saber que hay tres líneas de investigación nuevas en la justicia federal sobre el negocio de la efedrina. Todos los caminos desembocan en el Triple Crimen.

La primera línea se abrió a partir de un arrepentido, detenido por otra causa judicial.Esa persona dio nombres y detalles desconocidos de los implicados en el negocio de la efedrina. Las pistas, corroboradas por otros dos arrepentidos, terminaron con la detención, hace dos meses, de Maximiliano Romero (ver foto), un argentino que compró más de 10 mil kilos de efedrina, casi un 20% del total importado entre 2004 y 2008. “Romero fue un nexo clave entre los importadores y los mexicanos”, explica un investigador.

La Justicia ya tiene pruebas concretas de su relación comercial con Ibar Pérez Corradi, el presunto autor ideológico del Triple Crimen.

Lo más llamativo es que Romero nunca había sido investigado. En fuentes policiales, lo apodan “El Fantasma”, porque manejó una fortuna durante casi diez años sin levantar sospechas.

La nueva línea de investigación arrancó con muy pocos datos: un apodo, “Maxi”, y una dirección en la calle Sarmiento. Llevó casi un año atrapar a Romero. Todas las tareas estuvieron a cargo de la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad, comandada por el subcomisario Cristian Moreno.

Romero se hizo millonario en 2008, cuando el negocio de la efedrina estaba a punto de caerse. Su último trabajo había sido a los 20 años, como repositor de supermercado. Ahora se dedicaba a administrar sus propiedades. Y en los ratos libres era DJ. En las redes sociales se hizo conocido como “DJMaxxRomero“.

Junto a Romero cayeron otras tres personas, también argentinos. Todos siguen detenidos y fueron procesados.

Dos integrantes de la banda se encargaban del negocio, y otros dos del lavado del dinero.Entre los bienes embargados hay autos importados, camionetas, y hasta un complejo de cabañas en Colón (Entre Ríos), denominado “Solar de los Reyes”.

En el año 2008 comenzamos a forjar nuestra Empresa Familiar, inspirados naturaleza de la localidad de Colón, en la Provincia de Entre Ríos. A partir de entonces sumando nuestra admiración por el medio natural y la necesidad de “hacer algo” por preservarla y respetarla, adquirimos un predio distante aproximadamente a 5 minutos del pueblo“, dice la página web del complejo ubicado sobre la ruta 135.

Romero tenía una cuenta bancaria en Paraguay con 500 mil dólares, pudo saber Infobae en fuentes judiciales. Se sospecha que parte de ese dinero terminó en la construcción de dos torres, sobre la avenida Acoyte. Los investigadores pusieron la lupa en la constructora que se encargó de ese emprendimiento.

En el juzgado de María Servini se apilan cajas con documentación secuestrada en los operativos que terminaron con la banda de Romero. El material está bien custodiado en el edificio de la Armada, donde un equipo a cargo del secretario Franco Garozzo trabaja hace un año y medio para investigar el Triple Crimen y el negocio de la efedrina.

“Están trabajando bien (en el juzgado de Servini) pero tienen que volver siempre atrás en el tiempo y atar todas las causas. Yo trato de seguir la investigación de cerca y visito el juzgado, pero no tengo relación con los demás familiares de la víctimas”, dice Diego Ferrón en diálogo con Infobae.

Además de los emprendimientos inmobiliarios del “DJ Romero”, Servini investiga las salidas y entradas del país de toda la banda. Solo Romero totaliza 84 movimientos migratorios (son 42 viajes al exterior). Las fechas y los destinos se cruzan en una base de datos con otros implicados.

Esta nueva línea de investigación forma parte de la causa donde ya están procesados dos de los hermanos Zacarías, cercanos a la familia Kirchner, y tres ex funcionarios de la Sedronar durante el kirchnerismo. El expediente está cada vez más cerca del juicio oral.

En la causa del Triple Crimen también se abrieron dos nuevas líneas de investigación. Los detalles se mantienen en reserva. “Hay muchos actores poderosos intentando desviar las causas de la efedrina”, intenta explicar uno de los investigadores. Infobae pudo saber, sin embargo, que las escuchas judiciales de 2008 siguen alimentando la investigación.

Los hermanos Lanatta continúan presos en la cárcel de Ezeiza. No aportaron nada nuevo. Tampoco lo hizo Pérez Corradi. Cada vez que visita el juzgado de Servini es para quejarse de sus condiciones de detención. Hace tres meses está en la cárcel de Marcos Paz, pero también reclamaba cuando pasaba sus días en el edificio Centinela de Gendarmería.

La última vez que visitó Tribunales fue este martes. “No sabemos para qué viene porque no dice nada”, se quejan en el juzgado. El empresario está en huelga de hambre y se lo ve muy deteriorado. Pese a eso, sigue callando.

Esteban Ibar Pérez Corradi

Esteban Ibar Pérez Corradi

La ruta de la efedrina parece un rompecabezas interminable. Y cada vez que se revisa una causa vieja, aparecen nuevas sorpresas. La acumulación de errores, no hay dudas, es sinónimo de complicidad.

“La mayoría de los principales importadores están libres, Ascona fue el único perejil”, sentencia un experto en el tema de la efedrina.

En agosto de 2014, el Tribunal Oral Federal 4 condenó a varios empresarios por desviar efedrina al narcotráfico. Recién cayeron presos hace unas semanas. Y todavía hay dos prófugos: Alberto “El Negro” López (con llegada a la Casa Rosada) y Josué Fuks (radicado en Israel). Conclusión: lo que falla es el sistema.

Por Nicolás Pizzi – Infobae