Unidos o separados. Si hoy resultan lo “nuevo” de la política argentina surge la pregunta inevitable sobre su posible caudal electoral. Los nombres de quienes han armado el frente Avanza Libertad (AL), son conocidos por su alta exposición pública: José Luis Espert, Luis Rosales y Javier Milei. Los dos primeros fueron candidatos en la boleta presidencial en 2019 por el Frente Despertar y tuvieron unos magros resultados electorales (1,47%). Pero como en las elecciones anteriores, habrá otras ofertas de parecido calibre ideológico, como el Frente Republicanos Unidos (FRU) que está armando Ricardo López Murphy con Darío Lopérfido (que competirían en una interna). También a este espacio se unirían los economistas liberales Fausto Spotorno, Miguel Boggiano, Agustín Etchebarne y el periodista Gustavo Segré que armaron su sello Uni2.
Para fines de 2018 parecía que los liberales mediáticos irían todos juntos liderados por Espert. La foto en aquel entonces incluía a otros economistas como Guillermo Nielsen (hoy presidente de YPF), Manuel Adorni y Diego Giacomini, ex socio de Milei y hoy distanciado. Para ponerlo en términos de los propios economistas promercado ¿hay tanta demanda electoral liberal para generar tanta oferta? Además, está la discusión central de si la centroderecha argentina ya no tiene dueño encarnada por el PRO y más allá de todos sus problemas de identificación ideológica (o posideológica) con Elisa Carrió y la UCR, son una alternativa muy competitiva electoralmente. Esto lo vio otro economista que circula profusamente por los medios, Roberto Cachanosky, que se sumó a Cambiemos y ahora es objeto de la furia de los libertarios. Sin embargo, Espert también es objeto de la bronca de los simpatizantes del macrismo que lo acusan de ser funcional al kirchnerismo por dividir el voto de la derecha. Estos entuertos serán parte de la comidilla de la campaña electoral de 2021.
No tan distintos. Las diferencias entre AL y FRU no son nítidas, más definidas por cuestiones estilísticas que programáticas. En el esquema Espert-Milei el discurso es agresivo, directo y provocador, rozando lo pendenciero. Si para ambos espacios el enemigo es el Estado, y todo lo que implica (impuesto, regulaciones, etc.) Espert-Milei centran su discurso en la antipolítica, en el límite del antisistema. Frases como “venimos a dinamitar el sistema desde adentro”, o “vamos a pelearle los privilegios a la oligarquía de los políticos profesionales” juegan en las fronteras del sistema democrático. En cambio, el espacio del FRU tiene más el estilo liberal-conservador, lo que hace que algunos piensen que se podrían integrar a Cambiemos si fuera liderado por Patricia Bulrrich. Por eso, no es arriesgado que el AL apunte más a capturar el voto-bronca de los enojados con la política, sector al cual las doctrinas económicas lo tiene sin cuidado.
En una encuesta realizada con objetivos académicos, cuya finalidad es la comprensión de los fenómenos sociales y efectuada a fines del año pasado sobre 400 casos en AMBA, sólo el 3,2% se identificó como libertario, contra el 24,2% que se identificó como cercano a Cambiemos o como el 27,8% que se calificó como kirchnerista. Se debe tener en cuenta que la tercera parte no expresó simpatía por ninguna corriente política, lo que hace que las elecciones en Argentina siguen teniendo elementos contingentes y en su mayor parte regido por los elementos pragmáticos, como por ejemplo la evolución de las variables económicas. A pesar de que el “libertarianismo” solo atrae a una minoría ilustrada, el 22,4% expresó estar de acuerdo con las ideas de Espert, el 20,2 con las de Milei y el 16,3 con las de Cachanosky. Es decir, los mensajes que expresan estos referentes han penetrado en una parte de la sociedad, aunque no es claro que se traduzcan en votos, por fuera de CABA y en zona norte de GBA.
Huérfanos. Un efecto posible de esta situación es que lleve a Juntos por el Cambio a derechizar su discurso viendo por ejemplo que el 45% de los votantes de Macri acuerdan con Milei. Como puede verse en el gráfico que acompaña a este panorama donde se ubican las asociaciones entre el acuerdo entre los tres políticos, la autoubicación ideológica (1 izquierda a 10 derecha) y nivel de ingreso familiar. Milei, Espert y Cachanosky están muy cercanos entre sí y su vez con personas que se identifican con la derecha política (8 al 10) y de altos ingresos, dejando de lado a los centristas (5) que claman por posturas más moderadas.
Por Carlos De Angelis – Perfil