La popular conductora se refirió a la actualidad política, y aseguró que sigue “creyendo” en Mauricio Macri y su gabinete.
Con los botines de punta. Susana Giménez regresa el próximo domingo a la televisión y está más picante que nunca. De la crítica al kirchnerismo a la defensa al sinceramiento de tarifas de su amigo, Mauricio Macri.
La grilla la espera con otro regreso fuerte: Jorge Lanata retoma la conducción dominical del ciclo “Periodismo para todos”. Pero la diva no se achica. “No quiero pelear. Lo mío es entretener. Que la gente sonría, que se olvide un poco de la política. Es cierto que estamos todos poseídos por lo que está pasando. Pero también sé que todo anda mejor cuando nos podemos reír un poco”, advirtió en diálogo con el diario La Nación.
Aunque reconoce que su rol en la pantalla chica pasa por el entretenimiento y no la información, Giménez se definió como una “adicta a los noticieros”. “Lo que noto, a raíz de todo lo que viene pasando en la Argentina, es que la gente ve los noticieros a full. Yo me muero si no los veo. Eso nunca había pasado”, analizó, y ejemplificó: “Si llevaba a un político a mi programa que no fuese candidato a presidente, la gente ni lo miraba. Bah, ahora tampoco. Si no es un chorro con nueve palos la gente no se vuelve loca por ver lo que pasa”.
Los políticos quedarán para el ciclo de Lanata. Aunque la diva no descarta volver a invitar a Macri, quien la visitó en diciembre, sólo cinco días después de haber asumido la presidencia. “Es mi amigo de toda la vida. Quería mostrar su costado familiar. No hablamos de política”, se apresuró a aclarar y reconoció que mantiene el diálogo con el mandatario. ¿Cuándo fue la última vez que hablaron? “Le mandé un mensaje cuando tuvo el episodio de la arritmia. Me contestó muy rápido y me agradeció, como siempre hace”.
A diferencia de Mirtha Legrand, quien apoyó la campaña de Cambiemos pero cuestionó con firmeza el aumento de tarifas, Giménez todavía respalda la decisión y aguarda con ansias el segundo semestre. “Había que hacer ese sinceramiento. Todos los sabían. El que ganaba las elecciones iba a tener que hacerlo. ¡Si no teníamos un peso! Nuestras cuentas estaban en rojo. Yo sé que fueron muy fuertes y duele mucho que haya mucha gente que sufre con eso. Pero dijeron que después de agosto la cosa iba a cambiar y les creo”.
Susana también condendó el escándalo de José López, el ex funcionario kirchnerista que fue detenido mientras intentaba esconder nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez. “No me sorprende saber que robaban, eso lo sabíamos todos. Pero lo de las bolsas sí, me impactó muchísimo. No sé lo que le pasó al hombre este (porLópez) para hacer lo que hizo”.
El avance del narcotráfico es otro de los problemas que preocupan a la conductora. “No solamente está destrozándose la vida de los jóvenes con lo que consumen, destruyen a familias enteras. Te hacen crecer con resentimiento. Tengo fe en este Gobierno, peor no se podía estar. Más corrupto no se podía ser aunque trates. Menem es Heidi al lado de la gente que nos gobernó en los últimos años”.