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Silvia Saravia durmió en la casa de su hija la noche antes de ser asesinada

Lo declaró ante la fiscal del caso la única hija del matrimonio. Lucila Neuss relató que la madre apenas le habló de una “discusión” con el empresario Jorge Neuss. Sospechan de violencia de género previa al crimen

Silvia Saravia pasó la última noche de su vida lejos de la cama que compartía con su esposo, Jorge Neuss, y así todo no pudo evitar que horas más tarde su marido, uno de los empresarios más poderosos del país, la matara de un tiro en la cabeza y luego se quitara la vida de la misma forma.

Probable presa del terror, la mujer atravesó la noche del viernes en la casa de su hija, también en el barrio Martindale. Eso fue lo que contó Lucila Neuss el jueves por la tarde, en su declaración testimonial ante la fiscal del caso, María José Basilgio.

Según confirmaron fuentes con acceso al expediente a Infobae, Lucila Neuss reveló un dato que había empezado a circular horas después de conocido el femicidio: su madre durmió en su casa para evitar el contacto con quien poco después se convertiría en su asesino.

Sin embargo, la hija del matrimonio relató que la madre apenas le habló de una “discusión”. Planteó la tensión entre su madre y su padre como un hecho de poca trascendencia. Pero también admitió que era la primera vez que Silvia Saravia pasaba la noche en su casa y no en la propia, a pesar de que tanto Neuss y Saravia, como los cuatro hijos con sus respectivas familias, tenían sus viviendas en el Martindale.

Lucila relativizó lo que ella llamó una “discusión”. Al igual que sus hermanos Juan, Patricio (ellos dos aportaron sus testimonios a la Justicia el domingo) y Germán, que también declaró como testigo el último jueves, ella no mencionó antecedentes de violencia de género.

El testimonio de la hija de Neuss y Saravia sirvió para agregar una pieza en el rompecabezas que intenta armar la Justicia del distrito de San Isidro, que incluye Pilar, donde sucedió el crimen. La fiscal Basiglio quiere reconstruir cómo fueron las horas previas al femicidio, ya que según declararon las empleadas domésticas y los hijos de la pareja, la víctima fue asesinada minutos después de regresar a su casa.

Hasta ahora se creía que la mujer podría haber salido a caminar después de amanecer en su propia casa pero ya corrían rumores de que, en realidad, la mujer no había dormido junto a su marido, producto de la violencia física y verbal que Jorge Neuss ejercía sobre su esposa.

La declaración de Lucila consolidó ese río de pistas que también apunta a un consumo excesivo de alcohol por parte del empresario durante los últimos meses de pandemia. Para descartar o confirmar esa versión los investigadores esperan los exámenes toxicológicos, que se estima que tardarán varias semanas en llegar.

Germán Neuss, el otro hijo que declaró el jueves, tampoco refirió antecedentes de violencia. Fue el último de los cuatro hijos en llegar a la escena del crimen. Según se pudo reconstruir, después de escuchar los disparos las empleadas llamaron al 911 y a Lucila, quien a la vez avisó a sus hermanos.

Según los testimonios de los cuatro hermanos y las dos empleadas, el primero en llegar fue Patricio Neuss, quien abrió la puerta de la habitación, cerrada con media vuelta de llave. Luego apareció Juan y más tarde Lucila y Germán. Eso también volvió a contar una de las empleadas domésticas, que declaró por segunda vez ante Basiglio.

Más allá de que no descartan un pacto de silencio para sostener la imagen de sus padres, los hermanos declararon en estado de shock. Todos mostraron una apariencia de desconcierto y shock mientras contaron su verdad ante la Justicia.

Lo que se sabe hasta ahora, según las testimoniales recibidas por Basiglio, es que Jorge Neuss desayunó solo antes de matar a su esposa de un tiro en la cabeza. Recibió la bandeja de manos de una de las dos empleadas domésticas que trabajaban en su casa del country Martindale y comió las últimas tostadas de su vida.

A las 12.36 y 12.37, el empresario mandó mensajes de texto a dos amigos por sus respectivos cumpleaños. Antes de las 12.59 -horario en que se registra el primer llamado al 911- Silvia Saravia volvió a la casa, subió las escaleras, entró a la habitación y se encontró con su esposo, que poco después la mató con su pistola Magnum .357 (una de las 30 armas que tenía registradas a su nombre), con poder suficiente como para matar un oso. Saravia murió asesinada en el baño en suite. Segundos después, el femicida atentó contra su propia vida y murió camino al hospital.

Jorge Neuss saludó a dos amigos por sus cumpleaños apenas 22 minutos antes de asesinar a su esposa Silvia Saravia

Los datos de los saludos por cumpleaños surgieron del registro de SMS y llamados que la compañía de telefonía celular que contrató Neuss aportó a la Justicia. La información contenida en las aplicaciones del teléfono del femicida y de su víctima y de un tercer aparato en desuso será peritada este viernes en los tribunales de San Isidro.

Salvo que los hijos del matrimonio aporten opciones de PIN para desbloquearlos, los investigadores creen que será difícil obtener esa información, por eso también buscarán en cuentes de email, dos tablets y dos computados. Y en los testimonios de otros familiares y amigos.

Para los investigadores el caso no se cerró con el femicidio. La fiscal de la Unidad de Género de Pilar quiere saber qué detonó puntualmente la ira de Neuss. ¿Hay un pacto de silencio en la familia para sostener cierta apariencia social o simplemente padecen un shock por un crimen que nadie esperaba? ¿Pudo haberse evitado este femicidio si alguien sabía de la violencia que ejercía Neuss sobre su esposa? “Hay muchas cosas que explicar todavía”, comentó uno de los investigadores.

Fuente: Infobae