Chubut Para Todos

¿Se desinfla el mani pulite criollo?

La contraofensiva judicial kirchnerista -dirigida por Julio de Vido- dejó su impronta en el curso del extraño mani pulite criollo. Los voceros K amenazaron sin muchos miramientos al gobierno nacional con que, si Cristina Kirchner y el ex ministro de planificación son citados a prestar declaración indagatoria, empezarían a dar a conocer cómo funcionó la participación de IECSA -la constructora de los hermanos Calcaterra (y ex empresa de Franco Macri), que son primos del presidente- en numerosas adjudicaciones de obras públicas nacionales.

La reacción oficial tuvo dos tiempos contrapuestos. Primero, el Ministro de Justicia Oscar Garavano declaró que sería muy malo para la imagen del país que la ex presidente fuera presa. Luego, ante la magnitud de semejante despropósito, el propio Macri enmendó la plana aclarando que se debe hacer justicia caiga quien caiga. Pero en las oficinas de la ex presidente hay una sensación de menor tensión. Reina allí el convencimiento de que el Juez Federal Casanello está muy lejos de citar a Cristina a su despacho y que lo propio ocurriría en otras causas ligadas, como por ejemplo la de Hotesur.

El espectáculo mediático sobre el lujo y la ostentación del imperio de Lázaro Báez marcaría -al menos por ahora- el límite de los avances concretos. En este mismo terreno, el Fiscal Federal Guillermo Marijuán habría omitido el allanamiento a 5 estancias de Lázaro Báez, que así se salvaron de la pesquisa judicial.

“En términos puramente políticos, una citación judicial a Cristina Kirchner en medio de la batalla por la sanción de la ley antidespidos sería irritar peligrosamente al peronismo”, explicó un alto funcionario del PRO.

En realidad, la clave no pasa por lo que ocurra en estos días sino por la tendencia que se va esbozando. Para algunos especialistas en los secretos de Comodoro Py, el mani pulite que asomaba puede estar empezando a desinflarse. Algunos jueces y fiscales federales, cuya imagen había quedado ligada a la complacencia con el kirchnerismo, considerarían que con los casos Báez, Fútbol para Todos y dos o tres más, ellos ya estarían blanqueados y no sería necesario abrir una Caja de Pandora que quién sabe a dónde podría conducir.

Por ejemplo, el 12 del mes pasado, la Sala IV de la Casación, integrada por los jueces Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky y Angela Ledesma, resolvió revocar la decisión de la Sala I de la Cámara Federal que había excluido como medio de prueba la grabación secuestrada en un allanamiento a la sede de la empresa Skanska y reabrió la causa.

Además, la Cámara ordenó “imprimir celeridad al trámite de la investigación” en manos del juez federal Sebastián Casanello y paralizada desde 2011. Que se sepa, Casanello aún no dictó una sola medida para concretar la nueva investigación.

Otro síntoma lo da el Juzgado Federal N° 5, que dejara vacante Norberto Oyarbide con su renuncia. Allí se acumulan numerosos fallos altamente cuestionables que favorecieron a no pocos funcionarios K, pero ningún fiscal parece tomar la iniciativa de plantear la revisión de estos pronunciamientos.

Por su parte, la Oficina Anticorrupción, a cargo de la ex diputada nacional Laura Alonso, acompaña con su inacción el aletargamiento del mani pulite criollo.

El extraño Marijuán

Situado en el ojo de la tormenta por la trascendencia de las causas en las que le toca intervenir, el fiscal Guillermo Marijuán tal vez sea hoy el mejor termómetro de cómo poco a poco el mani pulite se va reduciendo a unos pocos casos y vuelve la tendencia a que los expedientes se muevan sólo lo indispensable.

Un mes atrás, Marijuán viajó a los EEUU para entrevistarse con autoridades de la SEC que, según las versiones periodísticas, iban a entregarle copiosa información clave sobre uno de los mayores escándalos de corrupción de la era K: el pago de alrededor de U$S 70 millones de coima por la extensión por 30 años de la concesión de Cerro Dragón (el yacimiento que produce el 17 por ciento del petróleo del país) a PAE, la empresa de la familia Bulgheroni. Se menciona como implicados en la maniobra al actual gobernador de Chubut, Mario Das Neves, a Julio de Vido y a José Luis Manzano, entre otros notables.

Sin embargo, pese a la trascendencia del caso, pasó un mes y nada se sabe acerca de la información que la SEC le habría entregado a Marijuán. Curiosamente el tema parece haber desaparecido de la información y los primeros en no informar nada fueron, por supuesto, Marijuán y el juez interviniente, Rodolfo Canicoba Corral, uno de los que figuran en la lista negra de Macri. Hipótesis sobre este silencio son las que sobran. Algunos hilan fino y sostienen que Marijuán está cada vez más cerca de Sergio Massa y que el principal financista del Frente Renovador no es otro que la familia Bulgheroni. Sea como fuere, los extraños movimientos del célebre fiscal -o mejor dicho, la ausencia de los mismos- están dando que hablar en Comodoro Py.

Por último, en este mar de dudas y sombras, algunos dicen que sería interesante saber de dónde salió el dinero para pagar los pasajes y el hotel de 10 jueces federales que visitaron al Papa Francisco en Roma la semana pasada y entre los que encontraban Ariel Lijo y Sebastián Casanello, Ángela Ledesma, jueza de la Casación Federal, presidente de la Cámara de Casación Criminal y Correccional, Horacio Días, presidente de la Cámara del Crimen, Rodolfo Pociello Argerich, que tiene a su cargo la Supervisión del ex Patronato del Liberados, la jueza de Ejecución Penal María Jimena Monsalve y al juez de Tribunal Oral Pablo Vega.

Se sumaron a los jueces el presidente del Consejo de la Magistratura, Miguel Piedecasas, y el representante del Poder Ejecutivo en ese organismo, Juan Mahiques, quien es el secretario de Asuntos Penitenciarios del gobierno nacional y representante del Ejecutivo en el Concejo. La gira fue organizada por el legislador porteño Gustavo Vera. Éste es querellante y denunciante en causas que lleva Casanello, por lo cual viajar con el juez no parece ser lo indicado.

Por Carlos Tórtora para Informador Público

Mani pulite

Se conoce como Manos Limpias (en italiano Mani pulite) a un proceso judicial italiano llevado a cabo por el fiscal Antonio Di Pietro en 1992. El proceso descubrió una extensa red de corrupción que implicaba a todos los principales grupos políticos del momento y a diversos grupos empresariales e industriales. El proceso causó gran conmoción en la opinión pública, conociéndose como la tangentopoli (tangente es soborno en italiano).

La investigación “manos limpias” (conocida también con el término “tangentopoli”), dirigida inicialmente por la Procura de la República de Milán y posteriormente extendida en toda la península, se desarrollaba en un contexto político de corrupción, extorsión y financiación ilegal de los partidos políticos.

Estaban involucrados ministros, diputados, senadores, empresarios e incluso los ex presidentes del Consejo.