Chubut Para Todos

Sampaoli devuelve el juego al centro del debate

A Jorge Sampaoli se lo mira de reojo. Está bajo observación y con materias por aprobar para el futbolero medio. Lo envuelve cierta desprotección popular porque jamás estuvo bajo los reflectores de la gran ciudad, tanto que el próximo martes pisará el Monumental por primera vez en su vida como entrenador. Mientras busca esos corazones blindados, está empeñado por demostrar y transmitir ideas.

A Sampaoli hay que atenderlo, entrega pistas todo el tiempo. Es un formador de reflexiones que no se esconde en palabras huecas. Disconforme con la actuación en el Centenario de Montevideo, no disimuló su malestar ni autocrítica. Es un obsesivo que agradece todo aquello que lo ayude a pensar.

Le gusta el ejercicio de cuestionar, de discutir y de pedir explicaciones. Porque también siente la obligación de darlas, de ser didáctico y persuasivo. Es del recortado puñado de técnicos que ayudan a pensar el fútbol. Habla del juego y hace una autopsia de conceptos. La suya es una invitación al debate. Se puede disentir, conviene hacerlo. Su decidido tono didáctico impulsa el interés.

La Argentina está construyendo un equipo que valora la pelota y que ataca siempre. Le faltan muchos ajustes. Messi, Dybala, Icardi. necesitan un marco colectivo que sólo se consigue ensayando. La falta de tiempo no puede ser una coartada, Sampaoli no se engaña. “Nadie te acompaña para ayudarte a ganar, y todos te acompañan si has ganado”, dijo alguna vez Bielsa y Sampaoli lo construyó parecido hace algunos días. Sueña con ser querido. Mientras, reinstala la discusión por el juego entre tanto ruido perturbador.