Chubut Para Todos

Sabella volvió a mostrarse en público después de tres años y fue ovacionado

“Uno nace en una casa, pero más tarde se enamora y forma su propia familia. Eso que pasa en la vida, a mí también me pasó en el fútbol: me formé en un club y después me enamoré de Estudiantes; me enamoré para siempre”, dijo una vez Alejandro Sabella. A esa conexión sentimental que hace rato se ganó la eternidad, Pachorra le añadió un capítulo. Y no uno cualquiera: el del regreso más esperado. Ayer, por primera vez fue a ver a Estudiantes tras conocerse el diagnóstico de su delicada enfermedad.

La gente le obsequió una ovación inmensa y el equipo le regaló una goleada sorprendente: 4-2 a Newell’s, con goles del colombiano Juan Otero (2), Fernando Zuqui y Mariano Pavone. El Pincha metió cuatro gritos, pudieron ser varios más.

Lo curioso de la tarde fue que, pese a la media docena de goles, la mayor emoción se dio en el entretiempo. La voz del estadio informó sobre la presencia de Sabella y el público estalló en las tribunas. Ese aviso, tan feliz como esperado, ofició como un despertador para el partido. La primera mitad había finalizado con la mínima diferencia a favor de Estudiantes y en el complemento llegaron las mejores acciones. El Pincha siempre fue el dominador, lo afirmó en la placa: 2-0, 2-1, 4-1 y 4-2 final. Pachorra, de pantalón blanco, remera y gorra roja, observó todo con sigilosa atención. Es lógico, los maestros nunca dejan de aprender.

Si bien el León ya mira hacia adelante, porque se le viene el clásico con Gimnasia, lo cierto es que ayer ganó con absoluta justicia y, además, completó una muy buena producción. Para Estudiantes, sin embargo, la mejor noticia fue la aparición pública de Sabella, el único en la rica historia del Pincha que fue dos veces campeón como jugador y dos veces como entrenador. El público se lo hizo sentir: “¡Borom bom bom, para Sabella la exhibición!”.