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Rozín: “La corrupción no es una condición del político argentino”

El conductor de Morfi, todos a la mesa, el ciclo de Telefé, habla del escándalo de José López y sus ribetes grotescos, al tiempo que reconoce que el caso impactó con fuerza en el kirchnerismo. Además, critica el tarifazo y la inflación, y analiza el estado de la televisión actual.

Rosarino y canalla de nacimiento, hombre de televisión, eximio productor y conductor estrella en Telefé con Morfi, junto a Carina Zampini. A Gerardo Rozín siempre le gustó la política, pero opina con mesura y madurez. Supo ser militante en la adolescencia, pero reconoce que ahora tiene una mirada más escéptica.
Es inevitable no hacer referencia a lo cinematográfico del hecho que tiene como protagonista a José López, ex secretario de Obras Públicas durante la gestión kirchnerista, pero considera que la realidad argentina tiene muchos otros acontecimientos para llevar a la ficción.

¿Cuál es tu relación con la política?
– Me gustó desde chico. Ya desde la secundaria tuve algún tipo de militancia estudiantil, mis primeros trabajos como periodista fueron en Rosario 12 y me tocaba hacer crónicas vinculadas a la política.

¿Hoy te sigue gustando?
– Estoy más grande, tengo una mirada más escéptica, pero los valores son los mismos, mi visión del mundo es algo que sigo manteniendo. Igual desde chico me pasa que me tomo las cosas con humor, incluso las cosas tremendas. Al mismo tiempo que militaba me podía reír de lo que sucedía. Esa tensión entre reírme de las cosas y preocuparme seriamente conviven en mí todavía.

¿Cuál fue tu primera sensación cuando conociste la noticia de José López, los millones de dólares y el convento?
– Indignación en primer lugar, es el denominador común, no conozco a nadie que no lo haya sentido. Los detalles del hecho son inverosímiles, incluso para el plano de la ficción, te lo rechazaría cualquier productor. En ningún lugar del mundo se ha visto una cosa así. Muchas veces gente que estuvo en el poder cayó en desgracia, no solamente en Argentina, pero ninguno se apareció en la mitad de la noche tirando millones de dólares por la pared de un convento. No es la cuestión de fondo ni lo estructural, pero los detalles son únicos.

¿La realidad argentina supera la ficción?
– Totalmente. Si alguien escribiera esta historia como una ficción, como productor te diría: nueve millones de dólares no entran en un auto, mostrás el vínculo del poder con la iglesia y es un lugar común, pero fue así. Es poco verosímil, pero todo eso junto está pasando.

¿Qué época de la Argentina llevarías a la ficción?
– Creo que nos debemos la locura de los 90, hay un mundo ahí “Pizza Banana” que no fue contado, al igual que el 2001 con otro tono. Las imágenes de la gente en las colas de los bancos, contar la historia de un banquero que se coma las puteadas de los clientes por lo que hizo otro, eso no fue contado. Incluso en algún momento será interesante retratar el kirchnerismo. Todavía no fue para ese lado fuertemente la ficción, pero la realidad está servida.

¿Creés que va a tener consecuencias directas en el kirchnerismo?
– Los propios dirigentes del partido dicen eso, que es un golpe terrible. Me da la sensación que durante estos meses todo este bolonqui puede ser funcional al Gobierno, porque a la hora de acordar en el Congreso, va a encontrar legisladores con menos compromisos con la gestión anterior. En el mediano plazo, no estoy tan seguro, oposición hay siempre, la pregunta es cómo será esa nueva oposición. Es algo que me gustaría ver el año que viene en tiempo de elecciones de medio término.

¿La corrupción es parte de la identidad del político argentino?
– La corrupción no es una condición del político argentino. Acá quizás muchas veces es estructural de los modelos políticos que se impusieron, lo vimos en los 90 y ahora aparece de nuevo. Es algo que se da en todo el mundo, pero acá ocurre de maneras muy particulares.

¿Te perjudicaron los aumentos de precios y tarifas?
– Me afectaron y me jodieron. Afortunadamente, no tanto como a los que tienen menor poder adquisitivo. Soy parte de la clase media que no deja de comer frente a un aumento como éste, más allá de que asfixie el bolsillo. Puedo ver más allá de mi propia nariz y entiendo que fue muy fuerte para muchos argentinos.

¿La inflación es una preocupación?
– Lo que me llama la atención, y me hace leer un poco más atentamente a los que saben de economía, es que hubo un 4% de inflación el mes que en teoría debía aflojar un poco la inflación porque el primer golpe de tarifazos ya había pasado. Le presto especial atención al asunto porque los analistas más optimistas y más cercanos al Gobierno creían que iba a ser menor la inflación hace dos meses.

¿Cómo ves la televisión argentina?
– La televisión refleja lo que pasa por la cabeza de los que invierten, cuando hay expectativa o retracción es inevitable que se traslade a los productos. Yo soy muy fan de la televisión argentina, entiendo las críticas que se le hacen y tampoco es que me guste todo. Si lo analizás de manera histórica, es una industria que, a comparación de otras, estuvo siempre dos escalones arriba de lo que las posibilidades le permitían estar, por creatividad, por laburo, por historia. Comparado con otras industrias, me parece que siempre le encuentra la vuelta y está proponiendo algo nuevo.

Por Candela Martín para 3DÍAS

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