El reconocido modisto indicó que es un hombre muy simple y que tuvo un año bastante agitado porque hizo todo lo que no tenía que hacer: “Hice una de las colecciones más trabajosas en mis 43 años de trabajo y además, la vestimenta de ‘Señor Tango’ que fue brutal y todo eso lo banqué de mi bolsillo. Por eso digo que fue una locura hacerlo cuando la economía va para atrás”. También dijo que ya no cree en las promesas políticas ni que la situación del país mejore hasta el año que viene.
Contó que va a comenzar con las giras. Primero viajará a San Francisco para un desfile y volverá para realizar otro a beneficio con la Casa del Teatro y presentar un recital de tango en “Los trece billares”. Después estará en España hasta noviembre, donde planea pasear y trabajar en nuevos proyectos. Ya para la vuelta afirmó: “Me esperan cerca de 25 desfiles de todos mis alumnos, aparte de las entregas de diplomas y después abro la temporada en Mar del Plata con la Colección Verano para Espacio Clarín”.
Admitiendo que no hablaría con muchas personas sobre moda porque “esta es más que solo saber hacer un vestido” y apremiando a los hombres a animarse a ysar ropa de temporada, indicó que ama los sombreros judíos y que ya no hace falta salir del país para encontrar buena tela: “El Once de hoy no es el de hace 20 años. Hay cosas buenísimas, aunque pocas, y lo mejor es que te financian en cuotas y, cuando reciben un corte de algo muy bueno, llaman para avisar y te lo guardan”.
El diseñador declaró que las dificultades que hay en el país le sacan la inspiración y las ganas de trabajar: “Hace diez minutos le dije a mi pareja que tenía ganas de quedarme en casa y no salir. Me mandaron fotos de telas a precios razonables pero no compré porque todavía estoy pagando otra cosa y está todo tan complicado que te saca un poco las ganas, pero cuando ya estás metido en el baile, te entusiasmas de vuelta”.
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