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Referéndum en Cataluña: violentos incidentes entre manifestantes y policías

Las urnas abrieron a las 9 (hora local, 7 GMT) para votar en una consulta suspendida por la Justicia. Los Mossos d’Esquadra no desalojaron los centros de votación, mientras la policía española intervino y secuestró urnas en varios colegios.

Los enfrentamientos en Cataluña dejaron al menos 337 heridos en la represión para impedir el desarrollo del referéndum independentista, según el consejero de la presidencia y vocero de la Generalitat Jordi Turull. Los efectivos usaron municiones de goma en sus intervenciones, en un día de máxima tensión. Hubo represión e incidentes en colegios de Barcelona, entre otras ciudades.

Frente al accionar de la policía el presidente catalán, el independentista Carles Puigdemont, denunció “el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español”. Para Puigdemont la imagen exterior del Estado “ha seguido empeorando y ha llegado hoy a unas cotas de vergüenza que lo acompañarán por siempre”. “Será el Estado español el que deberá explicar al mundo lo que ha hecho hoy en Cataluña”, dijo por su parte la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, después de votar.

La Policía Nacional y la Guardia Civil, dos cuerpos que enviaron unos 10.000 refuerzos a Cataluña, se presentaron en una gran cantidad escuelas de toda la región para incautar urnas y papeletas para impedir la consulta, prohibida por la justicia española.

El propio Puigdemont no pudo votar en el polideportivo donde había previsto hacerlo inicialmente, ya que la Guardia Civil entró en por la fuerza y tomó el control. Tuvo que desplazarse a otro colegio cercano a depositar su boleta, gracias a que a última hora el gobierno catalán instauró un censo único, por el que los 5,3 millones de catalanes convocados pueden votar en cualquiera de los 2.135 centros inicialmente previstos.

La alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, también arremetió contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que por el momento guardaba silencio. “Un presidente de gobierno cobarde ha inundado de policía nuestra ciudad. Barcelona ciudad de paz, no tiene miedo”, escribió en un tuit.