El arresto en Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, pone de relieve que EEUU ha pasado al uso de métodos propios de organizaciones terroristas para solucionar los problemas internacionales.
Luego obtuvo un diploma de gestión en China, y entró en los servicios financieros de Huawei.
Siempre según la prensa china, Meng fue a sus inicios sumamente discreta, hasta el punto de que poca gente sabía quién era su padre, sobre todo porque desde pequeña lleva el apellido de su madre, por una razón que se ignora.
Ren Zhengfei “es un jefe en el trabajo, y un padre en casa” declaró Meng, al intentar demostrar que su ascenso nada tiene que ver con su condición de “hija de”. En sus entrevistas habla del “presidente Ren”, y jamás de “mi padre”.
Huawei, que no cotiza en bolsa, esperó hasta 2011 para revelar la lista de sus dirigentes; entonces se supo que Meng ocupaba las funciones de directora financiera. A diferencia de los grises empresarios que llenan los consejos de administración, de las grandes empresas chinas, Meng tiene la reputación de ser accesible, pese a su apodo de “princesa de Huawei”.
Meng, que habla un buen inglés, representó al grupo en el extranjero, donde apareció en 2014 junto al presidente ruso Vladimir Putin en un foro económico en Moscú.
De unos 46 años de edad, Meng parece alejada del tipo de vida más mundano de su joven hermanastra Annabel Yao, que debía participar el mes pasado en París en el prestigioso Baile de los debutantes, según la revista Paris-Match.
Se ignora si está casada, pero la prensa china le atribuye dos hijos.
Según rumores, Ren quería inicialmente que su hijo Ren Ping fuera su sucesor, pero ello fue luego desmentido.
Ren Ping no aparece además en la lista de administradores del grupo y ha desaparecido de los medios chinos en estos últimos años, lo que aumentó las posibilidades sucesorias de Meng Wanzhou hasta su detención en Vancouver.
La detención, revelada por las autoridades canadienses a última hora del miércoles, forma parte de una investigación estadounidense sobre un supuesto plan para utilizar el sistema bancario global con el fin de evadir las sanciones de Washington contra Teherán, dijeron a Reuters fuentes con conocimiento de la investigación.
La noticia lastró a los mercados bursátiles mundiales por el temor a que la medida pueda intensificar la guerra comercial entre Estados Unidos y China, cuyos presidentes acordaron el sábado en Argentina.