Chubut Para Todos

¿Qué está pasando con Massa?

El líder del Frente Renovador está atravesando una crisis inesperada en su carrera hacia a la presidencia para el 2019, una rebelión en su bloque de diputados, consecuencia de varios factores, no solo sería por la votación de la Ley Antidespidos, sino por algunos cuestionamientos a su liderazgo. “El problema de Sergio es que no escucha” suele decir un actual gobernador que lo acompaña pero que no concuerda en casi nada con sus últimas maniobras politica.

Un grupo de diputados que responden al Frente Renovador sumó sus firmas al dictamen de mayoría impulsado por el Frente para la Victoria del proyecto de ley antidespidos, que ya cuenta con media sanción del Senado. Así, se planteó un quiebre en la postura del bloque massista.

Pero la rupturas en el Frente Renovador es mucho más profundo, varios de los diputados que forman parte de ese bloque todavía tienen algunas “facturas” que pasarle a Sergio Massa por sus formas de manejarse durante la campaña pasada cuando hacía y deshacía como se la daba la gana. En la Cámara de Diputados, con sus pares pretende seguir manejándose de esa manera y de ahí el conflicto que vive hoy.

El mismo Massa explicó que uno de sus problemas durante el 2015, fue que escuchó poco, y es esto lo que muchos todavía sostienen. “El problema de Sergio es que no escucha” suele decir un actual gobernador que lo acompaña pero que no concuerda en casi nada en sus maniobras políticas. Dentro del bloque, un diputado que está haciendo equilibrio para que no se desintegre el proyecto del Frente Renovador dijo “ni los más cinco millones de votos que sacó, ni la encuesta que nos muestra semanalmente sobre su imagen justifica que no nos consulte lo que va a hacer, eso se llama respeto, porque sabe que creemos en él y lo vamos a acompañar de todas formas”.

La situación del diputado todavía le es favorable, sigue teniendo la agudeza de marcar agenda, pero la soberbia y esa obstinación por apuntar al mismo electorado que Macri, casi negando el peronismo, le juega una mala pasada, a pesar de las señales que le envían distintos dirigentes para sumarlo a un peronismo con miras al futuro.