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Qué declaró el diariero de Nisman que ahora trabaja para el macrismo

Se presentó espontáneamente en la Fiscalía porque dijo que lo estaban perjudicando. Habló de Nisman, de por qué cerró el puesto y cómo llegó hasta Puerto Madero.

La semana pasada, el dueño de un puesto de diarios cercano a las torres Le Parc de Puerto Madero declaró como testigo de la causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman y sus dichos fueron tan contradictorios, que la Justicia decidió el teléfono del hombre que ahora trabaja en el Ministerio de Modernización.

En primer lugar, el canillita dijo al fiscal Taiano que no conocía a Nisman, aunque después dijo que le vendía diarios y hasta que se acordaba del piso donde vivía. Además, los vecinos de la zona dijeron que tras la muerte del funcionario judicial que investigaba el caso AMIA, el hombre no apareció más.

Incluso, según el testimonio de otros tres vecinos de la zona que le compraban diarios, el hombre siempre estaba muy informado de la actualidad. Sin embargo, reclamaban que no tenía muchos ejemplares para vender. Ahí comenzaron las sospechas. Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad de Buenos Aires informaron que no tienen registrado ese puesto. También el Sindicato de Canillitas aclaró que el local no contaba con su permiso para funcionar.

No obstante, el hombre sostuvo que sí estaba habilitado y aportó documentación que certificaría que el puesto abrió en 2005 en el barrio de La Boca y en 2009 se mudó a Puerto Madero.

Según las versiones del diariero, dejó el lugar porque le cancelaron las suscripciones, pero en su testimonio después dijo que no tenía suscripciones.

Y relató que se presentó a declarar por miedo a perder su trabajo en el Ministerio de Modernización de Andrés Ibarra. Cuando le consultaron de dónde consiguió ese trabajo, respondió que “fui y pedí trabajo, no me acuerdo el nombre del muchacho, Gowland, ese es el apellido. Yo fui a un político y le pedí que me dé trabajo”.

Cuando el fiscal le consultó quién había sido ese político, agregó: “No lo quiero decir, no quiero perder mi trabajo… Yo le pedí al Presidente que me dé trabajo porque estoy fundido. A Mauricio Macri. Lo agarré en la calle. No era presidente en ese momento. Después me llamaron”.

La Justicia ahora investiga si el hombre trabajaba para una red de espías sobre el fiscal.