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Mar del Plata opera para bajar los reembolsos por puertos patagónicos

El encargado de hacer conocer el malestar de las empresas fue Luis Ignoto, presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores, en su discurso de apertura.

“Hoy nos encontramos con algunas inequidades con respecto a los reembolsos por puertos patagónicos”, advirtió. También se habló de transparencia para el sector.

Esta vez se corrió del discurso particular en defensa de las embarcaciones de rada/ría. En la inauguración de la XXXIV Fiesta de los Pescadores el presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores, Luis Ignoto, eligió anoche ensayar una defensa global de Mar del Plata.

El disparador fue el decreto de necesidad y urgencia 2229/2015, que dictara la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, poco antes de dejar el poder y mediante el cual se repusieron los reembolsos a las exportaciones por puertos patagónicos.

Todas las terminales ubicadas al sur de Río Colorado, vale recordarlo, obtienen bajo esa normativa una devolución que va del 8 al 13 por ciento sobre sus operaciones de comercio exterior.

“Mar del Plata es uno de los principales puertos en pesca; pero hoy a nivel nacional nos encontramos con algunas inequidades con respecto a los reembolsos. Esa diferencia competitiva conspira contra el puerto de Mar del Plata. Tenemos que tratar de tener las mismas condiciones para trabajar en los distintos puertos del país (…) Este cambio que vive el país lo va a lograr. Necesitamos un poco de tiempo”, expresó Ignoto.

En el auditorio recibieron el mensaje el director nacional de Coordinación Pesquera, Juan Manuel Bosch, y el asesor de la Subsecretaría de Pesca, Alejandro Latte, ambos inexplicablemente ignorados por la organización del evento. Siendo los representantes del Gobierno nacional en la materia, no fueron invitados a subir al escenario, ni tampoco mencionados.

Sí hubo lugar destacado para el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, el secretario general de UATRE, Gerónimo Venegas, el intendente, Carlos Arroyo, y el presidente del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, Jorge Hidalgo; entre otros.

Más allá del detalle, Ignoto recordó que los barcos tienen un efecto multiplicador en la generación de empleo. Según expuso, por cada metro cúbico de bodega que llega a muelle con pescado se generan veinte puestos de trabajo.

En esa dirección, Arroyo hizo especial mención a la flota fresquera: “Estamos trabajando para que el puerto tenga todas las inversiones que requiere para asegurar que el trabajo, sobre todo de los fresqueros, vuelva a nuestras plantas; para que haya igualdad de trato para todos los puertos argentinos. Por eso estamos luchando”, dijo.

En su análisis, en los últimos años la estación marítima local, entendida como una unidad productiva, ha tenido una “notable decadencia por motivos propios de nuestra complicada y azarosa historia”; pero aseguró que llegó el momento de cambiar el rumbo.

Para Arroyo, el sector necesita trabajo y transparencia; pero todavía no se lo ha podido transmitir directamente a los empresarios, que desde hace veinte días vienen pidiéndole una audiencia con el objetivo de abordar las problemáticas de la industria sin obtener respuestas.

CHARLAS DE GREMIALISTAS

Como es habitual, la apertura de la fiesta tuvo la presencia de algunos armadores como Mariano Retrivi y Pascual Iacono (Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera); pero sobre todo de dirigentes gremiales.

La lista incluyó a Jorge Frías (Asociación Argentina de Capitanes), Mario Galano (Centro de Patrones), Cristina Ledesma (Soip), Jorge Lapalma (Siconara), Juan Domingo Novero y Pablo Trueba (Simape) y Carlos Mezzamico (Supa).

A estos últimos se los vio particularmente interesados en analizar aspectos de la reunión que hoy tienen prevista realizar con Bosch, el joven funcionario que en todo momento muestra buena predisposición al diálogo.

Los dirigentes sindicales proyectaban trasladarle la preocupación que existe en torno a la decisión de las autoridades de ir hacia un estricto cumplimiento de las normas que regulan los descartes, el uso de dispositivos de selectividad y los porcentajes máximos de captura por marea para rayas y abadejo. Aunque no lo expresen públicamente, temen que los armadores frenen la zarpada de los buques por eventuales sanciones.

Fuente: El Chubut