Chubut Para Todos

Macri no es De la Rua pero…

Los costos del ensayo-error: aumentos de tarifas, blanqueo de capitales, ley ómnibus y desgaste.

“Lanzamos el mayor proyecto social de la década para los jubilados y solo se habla deBahamas”. El que se queja es uno de los funcionarios de mayor confianza del Presidente. El reproche es hacia “los medios”, pero una muestra de la debilidad de la gestión: no logra instalar su agenda y cuando lo hace, se ve obligado a retroceder a causa de errores propios. Y cada “corrección” tiene su costo político. Y sobre todo, social.

El mismo día que el Presidente presentó el “Plan de reparación histórica” se supo que el dinero que tenía depositado en el exterior había llegado a las Bahamas. Para cuando anunció su repatriación, el debate sólo pasaba por la posibilidad de que funcionarios públicos pudiesen ingresar al blanqueo de capitales. Lo sacaron del proyecto que llegó al Congreso, pero la embestida de Elisa Carrió contra Gabriela Michetti y el descalabro tarifario del gas en el sur, le restaron cualquier protagonismo al anuncio “de la década”.

No es la oposición ni los medios. Desde la propia coalición de gobierno se ponen “palos en la rueda”.

Al ministro Juan José Aranguren le llevó un mes de desgaste (cuya factura pagó su colega de Interior, Rogelio Frigerio) la pulseada cuerpo a cuerpo con los gobernadores patagónicos. Y perdió la discusión. Ese “error” dejó un extraño sinsabor en el resto del equipo. “Nos hicieron defender un aumento que era indefendible”, se quejó uno de los “comunicadores” del Gobierno con despacho en el Congreso.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, destaca la vocación de diálogo y de reparación de daños del Gobierno. Ensayo, error y corrección. Pero los reproches internos van más allá de la comunicación. Desde Hacienda le recriminan a Energía que otras subas, como la del combustible en mayo, complican la reactivación y el amesetamiento de los precios que se esperaba para esta parte del año.

Hoy el gobierno reedita un debate de la gestión anterior: elegir entre gasto público y actividad económica. En la discusión también entra el Banco Central. Los precios acusaron el recibo de la devaluación del peso del verano, pero la actual pérdida de competitividad de la moneda, consecuencia de las altas tasas de interés que aplica el BCRA, repuso otra película del pasado: nuevamente la Argentina se puso cara en dólares. Se sabe: en el país,precio que sube, nunca vuelve a bajar.

La vuelta atrás del cuadro tarifario tendrá un impacto en los cálculos de gastos que el Ejecutivo pretendía recortar. El mayor desafío será recuperar la confianza de los empresarios que habían suspendido sus planes de expansión por el impacto de las tarifas.

El debate por el blanqueo tendrá varios capítulos para andar y desandar. Uno es el vinculado a los premios que el proyecto promete a los contribuyentes cumplidores comomodo de compensación ante el perdón fiscal que se ofrece a los evasores.

La promesa del “premio” es débil. Sólo funcionará para los cumplidores de los sectores altos o medio altos. Un monotributista que no tiene casa propia y que se mueve en transporte público, y que está al día con sus impuestos, no tendrá aliciente alguno. Eldescuento sólo será para los que tributan Bienes Personales.

Ocurre lo mismo que pasó con las tarifas: para los sectores de menores recursos hubo tarifa social, para los de mayores ingresos, la incidencia de los aumentos representa “dos pizzas y una cerveza”, pero para los sectores medios y las pequeñas empresas, las subas de las tarifas representaron un verdadero dolor de cabeza. Después llegó la corrección.

El debate de la ley ómnibus también arrastrará al oficialismo hacia otros debates internos, esta vez en el terreno que más padece: los enfrentamientos “morales” que propone Elisa Carrió. La Casa Rosada ya debió ceder la posibilidad de que funcionarios y ex funcionarios se acojan al blanqueo. En la Coalición Cívica quieren más: que cualquier integrante de los tres poderes, de cualquier jurisdicción y los proveedores de los estados Nacional, provincial y municipal, queden fuera del blanqueo.

El debate moral dejó herida a la vicepresidenta Gabriela Michetti. Carrió la acusó de entregar su conciencia para mantener el cargo. Se refería a la firma de la resolución que puso a Ricardo Echegaray al frente de la Auditoría General de la Nación

El juez Claudio Bonadio le tendió una mano a Michetti para zanjar la discusión. Con el procesamiento de Echegaray la vice tuvo el argumento legal que necesitaba para firmar la resolución de remoción del funcionario. Pero la herida política no se sanó. Carrió acusó a Michetti de no estar formada como para ejercer el cargo. En esta discusión no hay ensayo-error, ni corrección a la vista.

Con su ataque a Michetti, Carrió dejó en claro que no va a parar. En su lista siguen Daniel Angelici y Ricardo Lorenzetti. En la Casa Rosada le bajan el tono. “El mundo político todavía no se dio cuenta de que está el factor Macri. Si hay ruido, él lo ordena. Así es, y así será”, dicen desde un despacho cercano al del Presidente.

La duda es el tiempo de reacción: hasta que le pusieron techo al aumento del gas hubo puebladas en media Patagonia. Con las facturas políticas, la lógica es diferente.

Por Damián Glanz – TN