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Los parientes patricios de Marcos Peña que colonizan el Estado PRO

Los Bosch, familia de alta alcurnia conectada a la del jefe de Gabinete, ganan espacios en los gobiernos de Macri y Vidal. Operan de los dos lados del mostrador de la agroindustria: empresas y cargos.

Mientras el Gobierno prepara un proyecto que contempla, entre otras cuestiones, frenar las designaciones de parientes o amigos de altos funcionarios en reparticiones estatales, una familia de extensa raíz aristocrática –conectada con el linaje del jefe de Gabinete, Marcos Peña– extiende las ramas de su frondoso árbol genealógico en distintas áreas de las administraciones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Se trata de los Bosch, apellido con presencia en estas tierras desde hace más de 200 años.

Entre sus antepasados más destacados, figura Ernesto Mauricio Bosch Peña, canciller argentino durante la presidencia de Roque Sáenz Peña (1910-1914) y en el tramo inicial (1930-1931) del primer gobierno de facto de la historia doméstica, a cargo de José Félix Uriburu, quien estrechó los lazos políticos y –sobre todo- comerciales con el Imperio Británico y los Estados Unidos. Para esas empresas, Bosch Peña fue una pieza clave: formaba parte del Directorio de la filial local de la petrolera inglesa Anglo-Persian y sus lazos con la diplomacia estadounidense eran tan estrechos que en 1929 vendió por una fortuna su residencia porteña para que se convirtiera en lo que, hasta el día de hoy, es la sede de la embajada del país del norte: el Palacio Bosch.

Hermano de Ernesto Mauricio –también primer titular del Banco Central- fue Samuel Fortunato Bosch Peña, padre de Miguel Alfredo Bosch Marín, quien se casó con Julieta Seeber Demaría, hermana de Marta, que contrajo matrimonio con Oscar Braun Menéndez, hermano de Luis Eduardo, el abuelo materno de Marcos Peña.

De la descendencia de Miguel y Julieta, se desprende una gruesa rama de actuales funcionarios, por un lado, y de empresarios, por el otro. Ambas confluyen en el sector de interés que unió este apellido aristocrático a lo largo de décadas: la agroindustria.

Mariano Miguel Bosch, vice del INTA.

EN LA CRESTA DE LA OLA. Uno de los hijos del mencionado matrimonio es Mariano Miguel Bosch Seeber (72), quien, bajo el gobierno de Cambiemos, fue designado vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Con una extensa trayectoria en empresas del agro, algunas en sociedad con sus hermanos, Mariano Miguel figura como director titular de BLS Agrogestión SA, una firma que controla más de 15 mil hectáreas en territorio bonaerense.

Años atrás, su nombre también apareció en el Directorio de un abanico de compañías (La OsadíaAyvuPampayojEl Calor de Las Lomitas y Las Pasturas de Las Lomitas) en sociedad con la familia Lacau, una de las actuales dueñas de Cresta Roja, la avícola que arrastra un persistente escenario de crisis.

El Grupo Lacau integra el holding Proteinsa, el cual, tras la quiebra decretada de Rasic Hnos., se quedó con la avícola al imponerse en el concurso ostentando -según detalló Ámbito– “un misterioso respaldo financiero del banco brasileñoBTG Pactua”. Sin embargo, el conflicto no terminó con los nuevos dueños, que se negaron a reincorporar a la totalidad de los trabajadores desplazados por la quiebra, intentaron aplicar un fuerte ajuste en las cadenas de producción, buscaron desprenderse de activos y frenaron todos los proyectos de expansión, un escenario totalmente diferente al que vaticinó durante su desembarco en la avícola, en abril de 2016, el presidente Mauricio Macri.

En los últimos días, trabajadores de Cresta Roja realizaron medidas de fuerza y asambleas en reclamo por pagos adeudados en lo que ya no dudan en etiquetar como “un falso salvataje” de la firma.

La compulsa por Cresta Roja tuvo una llamativa particularidad, ya que el otro holding que en su momento mostró interés por la avícola había sido Avícola del Plata, la cual cuenta como vicepresidente a Mariano Bosch (48), hijo del número dos del INTA que llegó a ese cargo en representación de una de las compañías que integran dicha sociedad: Adecoagro, tanque regional en producción de alimentos que cotiza en la bolsa de Nueva York, supo tener como reciente accionista al magnate griego George Soros y posee más de 269 mil hectáreas distribuidas en las tierras más productivas de Argentina, Brasil y Uruguay, además de contar con plantas de azúcar, etanol y energía, tres molinos de arroz, dos tambos estabulados y diez plantas de acopio y acondicionamiento de granos.

NEGOCIO SUSTENTABLE. Pero el flamante as de espadas de Adecoagro fue presentado recientemente con la presencia del ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere: la planta “San Pedro Verde”, en el sur de Santa Fe, que genera electricidad de biogás a partir de efluentes de un megatambo que posee la compañía de la que Mariano hijo es CEO. Se trata de una iniciativa de 1,42 MW de potencia instalada que fue adjudicada en la primera ronda del Programa RenovAr del Ministerio de Energía de la Nación, en el marco del impulso a las energías renovables que ya trajo controversias por adjudicaciones vaticinadas antes de concretarse y empresas ligadas al Presidente que hicieron millonarios negocios.

Cabe señalar que la licitación del RenovAr garantiza contratos de compra de energía renovable por parte de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista (CAMMESA), por un período de 20 años, para los distribuidores y grandes usuarios del mercado eléctrico.

“Los funcionarios tenemos que servir a la agroindustria para que desarrolle todo su potencial en todos los eslabones de las cadenas productivas”, sostuvo Etchevehere en diciembre último junto a Mariano Bosch (h), quien ya en 2015 se mostraba entusiasmado por los vientos de cambio: “Lo que dijo Mauricio (Macri) de ser el supermercado del mundo, estamos convencidos”. Al anunciar por ese entonces el proyecto de la planta de biogás que se materializó el mes pasado, Bosch había fijado el objetivo posado en “el pensamiento de que la sustentabilidad es económica, o sea ganar guita, social y ambiental”.

La construcción de dicha planta estuvo a cargo de la compañía italiana IES Biogás SRL. Al momento de anunciar en 2016 la presentación de este proyecto para la empresa de Mariano Bosch (h), el Country Manager en Sudamérica de IES, Luis Antonio Cerchiaro, confirmó que, en el desarrollo de biotecnologías, su empresa estaba trabajando con el organismo estatal del que Mariano Bosch (padre) es vice, el INTA.

Juan Manuel Bosch, flamante subsecretaruio de Pesca. Es sobrino del dos del INTA, Mariano Miguel.

GANANCIA DE PESCADOR. Sobrinos de Mariano padre y, por ende, primos de Mariano hijo, son Juan Manuel y Nicolás Bosch, hermanos que también cuentan con cargos en Agroindustria, uno en la cartera nacional y el otro en la bonaerense.

El primero fue oficializado días atrás por Macri y Etchevehere como subsecretario de Pesca y Acuicultura. Antes de eso, se desempeñaba como director de Coordinación Pesquera.

Desde algunos ámbitos de la actividad no cuentan con una buena impresión del flamante subsecretario, al advertir que, ya como director, ha promovido la reformulación de algunos permisos pesqueros para beneficiar a sectores empresarios. Esos dardos hacia la figura de Juan Manuel se atan directamente con su raíz: Juan Manuel Miguel Bosch Seeber –ya fallecido-, padre del hoy funcionario, fue representante legal de la empresa Pescasur S.A. en una serie de demandas contra leyes de la provincia de Santa Cruz que regulan la actividad.

Pescasur S.A es una firma que estuvo directamente asociada al subsecretario de Pesca del último tramo del menemismo y ex miembro de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca), Eduardo Auguste, quien fue acusado por la entonces legisladora del ARI Elisa “Lilita” Carrió en el marco de un informe que denunciaba ilícitos de pesqueros y funcionarios.

Por estos tiempos, con Lilita bajo el redil de Cambiemos, Capeca tiene una fuerte influencia en este sector, participando el pasado año de una reunión con el presidente Macri de la que también fue parte Bosch.

ZONA BOSCH. El Ingeniero Agrónomo Nicolás Pío Bernardino Bosch transitó por diversas sociedades agropecuarias -algunas familiares, como la agrícola Boschmar S.A.– previo a recalar en la administración vidalista como director provincial de Transferencia de Tecnología y Experimentación.

Desde ese lugar, ya ha realizado convenios de cooperación con el organismo nacional que tiene como vice a su tío Mariano Miguel, el INTA, con el objetivo de realizar trabajos de investigación en diversos sectores productivos de la provincia.

Dentro de los convenios fuertes que promovió Nicolás Pío, estuvo aquel rubricado entre el Ministerio de Agroindustria y la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, a través del cual ambas instituciones acordaron brindar a los productores bonaerenses un servicio gratuito de relevamiento de la calidad del trigo a exportar.

Así, la Dirección a cargo de Bosch puso a disposición las 12 Chacras Experimentales del Ministerio para desarrollar en ellas los análisis de las muestras de trigo y obtener, así, la calidad del grano. Ese anuncio, junto al ministro Leonardo Sarquís, se realizó en Necochea, con la presencia también del titular del Consorcio Portuario de Quequén, Arturo Rojas, teniendo en cuenta la vital que resulta este puerto para la salida de la producción.

Precisamente ese distrito y su zona de influencia es uno de los bastiones de la dinastía Bosch. Nicolás tiene domicilio alternativo allí y otro de sus tíos, Patricio Miguel Bosch Seeber (65), es presidente de la Sociedad Rural local, además de figurar como socio junto a sus hermanos Mariano Miguel (INTA) y Marco Miguel de la firma Altos Verdes S.A., dedicada a la explotación de establecimientos agropecuarios en general.

PRIMAVERA 0. Pero la aparición de este apellido en la cadena productiva también se registra en su tramo final: el puerto local, que consolida su perfil granelero. El holding “Sitio 0”, concesionaria de una de las tres terminales del Puerto de Quequén cuenta entre sus socias a CHS, firma que tiene como CEO a Ignacio María Bosch, primo de Nicolás y Juan Manuel, al ser hijo de uno de los hermanos Bosch Seeber, Francisco –quien merece un párrafo posterior aparte.

EL “REACCIONARIO NOBLE”. Francisco Miguel Bosch Seeber fue un abogado que se desempeñó como juez de Primera Instancia y camarista en la Justicia Comercial, además de haber sido profesor de Derecho en la UBA, donde fue decano interventor en 1974. Luis María Bandieri -abogado de la UCA que colaboró en los inicios de la revista ultranacionalista católica “Cabildo” con Vicente Massot a la cabeza- definió a “Pancho” Bosch, días después de su muerte en 2006, como “un reaccionario en el noble y alto sentido de la palabra”.
Además de su actividad letrada, Francisco Bosch escribió algunos libros, entre ellos, “El Nuevo Orden Mundial, ¿camino sin retorno?”, donde pasa revista a diversas concepciones ideológicas parado desde su acérrimo nacionalismo. Así, uno de los apartados de su libro lo dedica a analizar “una experiencia argentina: la guerra sucia”. También tuvo participación política. En 1996, “Pancho” fundó el Partido Popular de la Reconstrucción junto con el carapintada Gustavo Breide Obeid, y con la inspiración del coronel Mohamed Alí Seineldín. Entre sus filas, estuvo el hoy intendente marplatense melancólico de los años de plomo, Carlos Fernando Arroyo. En 2005, Bosch fue candidato a legislador por el PPR en primer lugar.

La filial local CHS, reconocida cooperativa agrícola estadounidense, se asoció a Adecoagro (capitaneada por Mariano Bosch –h-) en 2013 y lanzó poco después CHS Agro, productora de girasol confitero de exportación con base en Pehuajó y que tuvo un lanzamiento nada desapercibido en octubre de 2014 en el marco de una de las tradicionales teleconferencias que solía encabezar la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

CHS se sumó a Sitio 0 al cierre de 2013, cuando el proyecto ya estaba en marcha, no sin haber disparado, en su gestación, sospechas de coimas para la adjudicación de dicha concesión portuaria. Los dardos aquí apuntaban, como uno de los operadores de la maniobra, al otrora armador radical K de Necochea Roberto Porcaro.

En febrero de 2013, sin licitación, el entonces titular del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén, José Luis De Gregorio, otorgó, por el término de 35 años con opción a prorroga por diez años más, la construcción y explotación de “una terminal de granos, oleaginosos y sub productos en la zona denominada Sitio 0 de Puerto Quequén” a la “Iniciativa Privada de las firmas Alea y Cia. S.A.Lartirigoyen y Compañía S.A.A & J Nari S.A., Financial Net S.A. y E- Grain S.A.”. Once días más tarde, la sociedad se constituyó como tal.

En junio de ese mismo año, La Nación dio cuenta de una línea investigativa que estaba siguiendo el fiscal José María Campagnoli en el marco de la causa Báez. Allí, se habría detectado que a una cuenta de Porcaro y su esposa llegó un fondo de un millón de dólares producto de presuntas operaciones de lavado provenientes de la sociedad bursátil Financial Net, por esos días, una de las socias del flamante Sitio 0 y ligada a operaciones de Lázaro Báez.

Con el paso del tiempo, la causa fue archivada pero reactivada el año pasado por el fiscal Campagnoli. Más allá de pedidos de intervención que en su momento se dispararon desde la oposición necochense y en la Legislatura bonaerense, Sitio 0 siguió su rumbo. Ya sin Financial Net entre sus socias, el consorcio integrado por CHS materializó su proyecto en tiempos de Cambiemos.

La inauguración de la nueva terminal de embarque, en marzo de 2016, contó con la presencia del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien viene posando un fuerte interés en el ámbito portuario. “Alentar las inversiones es la forma de cumplir nuestro compromiso de pobreza cero”, ponderó Dietrich durante el corte de cintas.

HIJO FUNCIONARIO, ESPOSA CANDIDATA. Pero si hay un Bosch que reúne las inclinaciones familiares repartidas entre la producción y puerto, ése es Marco Mateo Bosch. Hijo de Marco Miguel Bosch Seeber -quien es socio de la agropecuaria Altos Verdes con sus hermanos Mariano Miguel (INTA) y Patricio (Sociedad Rural)-, Marco Mateo (55) se desempeña en la empresa comandada por su primo Ignacio, CHS. En tanto, hace seis años conformó Dunger S.A., empresa necochense de servicios portuarios abocada al “transporte de carga, despachos de aduana, fletes, distribución, comercialización, importación y exportación de insumos para la producción agrícola”.

En esa sociedad, también aparece el hijo, Mateo Marco Bosch Sivori (28), quien el pasado 22 de diciembre fue oficializado como personal de planta temporaria —personal de gabinete— del Coordinador Ejecutivo Administrativo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible bonaerense (OPDS).

La tercera integrante de Dunger es la actual esposa de Marco, Felicitas Cabretón, que el año pasado fue candidata a senadora bonaerense de Cambiemos por la Quinta sección electoral, quedando por escaso margen afuera de la Cámara alta.

UN RAMA HACIA EL BOSQUE. Otro flamante funcionario vidalista ligado a este linaje es Pedro María Botta Olaciregui, casado con Candelaria Marini Bosch, nieta de Francisco Miguel Bosch Seeber. El desembarco de Pedro María al Ministerio de Agroindustria bonaerense se produjo en agosto del pasado año, reemplazando como director de Desarrollo del Delta, Bosques y Forestación al ingeniero forestal Sebastián Galarco, quien encabezó esa dependencia por más de siete años y medio.

Semanas después de la designación de Botta, el Gobierno bonaerense realizó el pomposo lanzamiento del “Plan Foresto Industrial 2030”, con el ambicioso cometido de duplicar la superficie forestada en la provincia de Buenos Aires.

Entre algunas de las premisas de este plan, figura una inversión estimada en 50 mil millones de pesos en los próximos cinco años, un incremento del 20% en la renta de productores agropecuarios, un aumento de 30% en 1° y 2° transformación, una situación de importación de productos forestales.

Esta inyección focalizada en el cultivo de bosques va en sintonía con el particular interés que mostró en el sector el flamante ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, quien, además de colocar a un CEO del sector al frente de la Subsecretaría forestal, el último jueves emitió la resolución 10-E/2018 mediante la cual se eleva considerablemente el “apoyo económico no reintegrable” (subsidio) contemplado por la Ley Nº 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados –que data de 1998. También, amplió el rango de beneficiarios que ahora alcanza a emprendimientos con hasta 700 hectáreas plantadas.

Haciendo un análisis en términos interanuales, se registran aumentos en estos subsidios en algunos casos superiores al 500%. Por ejemplo, para la plantación de pino con una densidad por hectárea de 950 a más plantas en la zona serrana bonaerense –donde se advierte un avance de esta actividad-, el apoyo era de $4.249 por hectárea en 2016 para un emprendimiento –ejecutado desde 2015- de entre 301 y 500 hectáreas. Con esta resolución, que abarca proyectos desde 2016, ese subsidio salta a $22.689 por hectárea, lo cual representa un aumento del 535%.

Pero estar ligado a una familia con múltiples cargos en tiempos de Cambiemos, no es la única –ni la mayor- cucarda que posee Botta para estar en el momento justo en el lugar indicado.

En su antecedente inmediato, el hoy director forestal bonaerense fue encargado del establecimiento Timboy, en Monte Caseros, Corrientes. La estancia se dedica, entre otras cosas, a una de las producciones fuertes de la zona, la forestal, y su dueño es Enrique Smith Estrada, quien comparte también emprendimientos de estas características en la provincia de Buenos Aires con su hermano, Ricardo “Dicky” Smith Estrada, directivo de la Sociedad Rural Argentina ultra macrista y uno de los hacendados más cercanos a Etchevehere en la entidad ruralista, al punto tal que ha sonado –y suena- como uno de los futuros aspirantes a presidir la institución bajo la bendición del ministro.

Macri con “Dicky” Smith Estrada, directivo de la Rural.

“Dicky” tuvo su minuto de fama por el toro que llevó a la Exposición Rural de 2008, al que bautizó “Cleto” en honor al entonces vicepresidente Julio César Cleto Cobos y su voto “no positivo” a la 125. Líder en genética bovina, Ricardo es la cara visible del Centro de Inseminación artificial La Elisa (Ciale). Precisamente en la estancia La Elisa, Enrique impulsó en 2004 un plan de forestación. Por estos días, la proyección de ampliar hectáreas de bosques cultivados es una medida que se promueve desde los estados nacional y bonaerense.

En este contexto, la maquinaria de la Agroindustria que apuesta al “supermercado del mundo” comparte en varios de sus engranajes un mismo apellido de ambos lados del mostrador.

Por Damian Belastegui – LetraP