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La Rosada se corre de la pelea conurbano-Ciudad y protege el pacto con Larreta

El Gobierno juega a bajarle el tono a las críticas de los intendentes a la flexibilización de la cuarentena porteña. Así, evita esmerilar al puente más confiable de Fernández con la oposición.

Ocupado en vigilar la curva global de contagios, el presidente Alberto Fernández mira desde afuera los reclamos que algunos intendentes del peronismo lanzaron este viernes contra su principal socio político opositor en la pandemia, Horacio Rodríguez Larreta, por la flexibilización de la cuarentena.

“Nuestra relación está intacta”, afirmaron en la mesa chica de Fernández ante la consulta de Letra P sobre si las declaraciones de algunos caciques territoriales del conurbano bonaerense habían generado ruido en la comunicación entre la Rosada y el jefe de Gobierno porteño, que esta semana decidió avanzar con la flexibilización de la cuarentena.

Pese a que el paso porteño tuvo el avala presidencial, fueron los intendentes oficialistas de la Tercera sección electoral los que salieron a protestar contra la decisión de suavizar el aislamiento. “La Ciudad debe rectificar la medida que ha tomado. No era el momento para flexibilizar”, dijo Fernando Gray, en diálogo con FutuRock. El intendente de Esteban Echeverría afirmó que el 40% de los contagios de su distrito tiene como causa las personas que se movilizan hacia la Ciudad de Buenos Aires, donde trabajan. A Gray se sumaron voces de La Matanza, Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Florencio Varela y Lomas de Zamora, entre otros.

La protesta de los municipios no tuvo, sin embargo, mucho impacto en la Casa Rosada, que consideró que “no” había intencionalidad política coordinada de los intendentes peronistas de disparar contra Rodríguez Larreta, justo cuando la relación entre el jefe de Gobierno y el Presidente está en un momento óptimo. “Es una etapa de sensibilidad para todos. Lo importante es tener controlada la pandemia y que todavía no hay datos duros que muestren un desmadre o descontrol. Hace tiempo que todos tenemos claro que el conurbano y la Ciudad iban a ser el epicentro”, le bajaron el tono en Balcarce 50.

Un dirigente bonaerense de llegada directa al Presidente no descartó, sin embargo, que “el diablo haya querido meter la cola” en el diálogo entre el Fernández y Rodríguez Larreta, pero afirmó que “la relación está cuidada”, pese a las declaraciones de los intendentes e, incluso, a las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner sobre el fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques.

“Uno se preocupa cuando empieza a ver que los casos aumentan en su distrito. Es lógico que haya reacciones”, apuntó un intendente peronista ante Letra P.

Entre los intendentes del conurbano la postura no es uniforme. Si bien algunos distritos se pronunciaron en contra de la flexibilización, otros avanzan en ese sentido. Los municipios de San Martín, Hurlingham, Tres de Febrero, Morón y San Miguel, oficialistas y opositores, trabajan en conjunto para presentarle al gobernador Axel Kicillof un pedido con excepciones para su zona, en particular para el rubro comercial, que ya ejerce presión.

“A Larreta le viene al pelo”, aventuraron incluso en un despacho de Balcarce 50, haciendo alusión a la supuesta necesidad política del dirigente del PRO de separarse un poco del oficialismo para congraciarse con el ala más dura de la oposición, luego de que el presidente del bloque de Frente de Todos, Máximo Kirchner, le hubiera ofrecido públicamente su apoyo para “aguantar la presión” de quienes le piden que abra la actividad económica.

Por Gabriela Pepe – Letra P