Chubut Para Todos

La delegada de Alberto Fernández en la familia judicial

Amiga y socia del presidente electo, la ex secretaria de Justicia fue ascendida a ministra. Perfil de la mujer que lidiará con los jueces, en esta nota publicada el mes pasado.

Antes incluso de tener el proyecto de armar una carrera política, Alberto Fernández ya conocía a la que casi con seguridad será la ministra de Justicia de su futuro gobierno. En la Facultad de Derecho de la UBA, en tiempos de dictadura, Marcela Losardo y el presidente electo ya compartían tiempos de estudio y barras de amigos y forjaban una relación que, casi 40 años más tarde, llevaría a la ex secretaria de Justicia a convertirse en los ojos y oídos del presidente electo en el Poder Judicial.

“Marcela es Alberto. Responde solo a él. Donde esté ella, es como si estuviera él. No sé si hay otro caso así”, resume ante Letra P un dirigente del kirchnerismo que conoce a la ex secretaria de Justicia y el mundillo de Comodoro Py. Para los operadores judiciales, Losardo es apellido conocido, aunque su perfil ultrabajo la deje, a veces, fuera de los radares externos.

La mujer que tiene todos los números para quedarse con el Ministerio de Justicia conoció a Fernández a través de Marcela Luchetti –primera esposa del presidente electo y madre de su hijo–, con quien cursó primero en la Facultad de Derecho. El grupo de amigos incluía, también, a Fernando Mitjans, luego marido de Losardo y padre de su hija, escribano y actual presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA. De aquella camada surgieron, además, el ex embajador argentino ante Naciones Unidas Jorge Argüello, miembro fundador del albertismo, con futuro en algún destino diplomático, y Claudio Moroni, candidato puesto a conducir el Ministerio de Trabajo.


Losardo, en la mesa albertista que concurrió a la cena de la AMIA, el jueves 7.

Una vez recibidos, Losardo y Fernández comenzaron a trabajar juntos y armaron su propio estudio jurídico, que cerraron y reabrieron al compás de las incursiones políticas del presidente electo, que siempre llevó consigo a su amiga y socia para asesorarlo en la función pública. Se convirtió en su cerebro jurídico. En 2005, cuando otro amigo suyo, Alberto Iribarne, desembarcó en Justicia como ministro, Fernández trasladó a Losardo desde la Jefatura de Gabinete a la Secretaría de Justicia.

Un año después, en noviembre de 2016, Losardo ocupó un asiento en el Consejo de la Magistratura como representante del Poder Ejecutivo. Sus ex compañeros en el cuerpo la recuerdan como una consejera “muy enfocada en lo técnico”, “de bajísimo perfil”  y “muy cálida” en el trato personal.


Losardo, junto a Cecilia Gómez Mirada, Victoria Tolosa Paz, Cecilia Todesca, Mayra Mendoza, Dora Barrancos y Victoria Donda, el día del debate presidencial, en la Facultad de Derecho.

Tras el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner, en 2007, Losardo sobrevivió al cambio de ministro y conservó su trabajo en la cartera, trabajando junto a Aníbal Fernández, con quien tuvo una buena relación, aunque en el Ministerio de aquel entonces recuerdan que siempre tuvo “su propia agenda”, más ligada a su jefe político, por fuera de las actividades oficiales. Como secretaria, Losardo fue una gran impulsora de la mediación como método alternativo de resolución de conflictos antes de llegar a la instancia judicial.

Su tiempo en el gobierno terminó en agosto de 2009, un año después de que Fernández renunciara a la Jefatura de Gabinete. Ya con el Ministerio de Justicia en manos de Julio Alak, Cristina le pidió a su hoy compañero de fórmula que, vía el nuevo ministro, le exigiera a Losardo la renuncia. La abogada volvió a trabajar junto a su socio y amigo al estudio jurídico ubicado en Callao y Posadas, en el coqueto barrio de Recoleta, que ahora, con los dos socios a punto de volver a la función pública, está nuevamente al borde del cierre.

Además de su cercanía con Fernández, los operadores del kirchnerismo ante la Justicia suelen remarcar la estrecha relación de Losardo con la jueza de la Corte Elena Highton de Nolasco, de quien fue ayudante de cátedra un tiempo en la materia Elementos de Derechos Reales. Siempre dentro del ámbito del derecho privado, también tuvo un breve paso por la cátedra de derecho de familia de Carlos Vidal Taquini.


Losardo, con Iribarne, en 2006, y con el ex titular de la UIF Alberto Rabinstein. (Télam)

Si bien a diferencia de Fernández, que se dedica al derecho penal, Losardo se enfoca en el ámbito civil, como su jefe, tiene relación con el ala de la familia judicial que se formó junto al ex procurador general Esteban Righi, a quien el presidente electo considera su maestro. Además, pese a su perfil poco mediático, la abogada tiene desde hace tiempo un segmento de entrevistas exclusivamente vinculadas al derecho en el sitio Infobae. Por el ciclo Justicia Abierta pasaron en los últimos años jueces y camaristas de todos los fueros, defensores y fiscales, para ser entrevistados por Losardo, caminadora silenciosa de tribunales que estuvo, por caso, en la asunción del juez Sergio Torres como ministro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, en mayo, o en la asunción de Juan Bautista Mahiques como fiscal general de la Ciudad, a fines de octubre.

La ex secretaria de Justicia, poco afecta a aparecer ella misma entre los entrevistados, habló este fin de semana con el programa Gente de Derecho, de radio Cooperativa y dejó algunas definiciones sobre su futuro rol. “Vamos a encontrar un camino para encontrar una Justicia que sea realmente independiente. Si pensamos que la Justicia no funciona no sé qué hacemos. Porque el Poder Judicial es el único que realmente pone el equilibrio en los otros poderes y yo creo que en esta etapa eso se va a acomodar”, definió Losardo ante la consulta sobre el informe de Naciones Unidas que advirtió sobre las manipulaciones a la Justicia del gobierno de Mauricio Macri.

En la entrevista, Losardo no confirmó oficialmente que será titular de la cartera, aunque dejó escapar algún comentario cómplice frente a la sugerencia de los conductores, que afirmaron que lo que suceda en adelante con la Justicia dependerá mucho del ministro que designe Fernández. “Claro, hay que ver qué ministro elige. No se va a equivocar, seguro”, dijo en tono jocoso la socia del presidente electo.

“La gente que va a elegir Alberto para todos los ministerios va a luchar por el país y va a hacer que las instituciones de este país se fortalezcan”, agregó Losardo. Y se refirió puntualmente a los integrantes del Poder Judicial: “Estamos llenos de jueces probos, de gente buena. Hay un montón de jueces, funcionarios e integrantes de los colegios públicos y asociaciones que son excelentes. La sociedad sabe leer esto. Me parece que cambian los vientos”.

Aunque los integrantes de la mesa chica albertista aseguran que, de ser por su propia voluntad, Losardo preferiría no tener que hacerse cargo del Ministerio de Justicia a esta altura de su vida, el pedido de su amigo de toda la vida, de quien la abogada dice estar “orgullosa”, prevalecerá.

Por Gabriela Pepe – LetraP