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La autopsia de Pérez Volpin siembra dudas sobre su mortal endoscopia

Según peritos que participaron de la autopsia y que hablaron extraoficialmente, el cuerpo de Débora Pérez Volpin tiene perforaciones en el estómago y el esófago.

Las autopsias de los casos más resonantes suelen ser un factor habitual de controversias, se sabe, y la que un grupo de 10 médicos le realizó ayer al cuerpo de la periodista Debora Pérez Volpin casi no había terminado, cuando ya corrían todo tipo de versiones sobre los resultados, generando un amplio abanico de dudas sobre los médicos que la atendieron en el Sanatorio de La Trinidad. No hubo, por supuesto, informes oficiales sobre el asunto, lo que mantiene todo ese entramado jurídico- forense todavía en un marco de hermetismo. Si se supo que el juez interviniente en el tema, doctor Gabriel Ghirlanda y la fiscal Nancy Olivieri pidieron especialmente a los peritos que participaron del examen que evitaran todo tipo de comentarios, hasta tanto las conclusiones permitan tener un panorama más claro sobre lo ocurrido esa trágica tarde del último martes en el Sanatorio de La Trinidad, en Palermo.

Sin embargo, pese a esa carencia de versiones oficiales, circularon detalles sobrepresuntas lesiones en esófago y estómago, aunque no se las sindicaba en forma específica como causa de la muerte de la legisladora porteña. Pérez Volpin, de 50 años, había sufrido algunos dolores abdominales que la habían hecho consultar a especialistas, lo que derivó en ese pedido de endoscopía. El estudio, considerado de bajo riego, es igualmente invasivo, y las lesiones en esófago o estómago suelen estar entre sus consecuencias no deseadas, pero el tremendo desenlace de lo ocurrido con la periodista obligará a revisar hasta el último detalle en procura de saber las causas de su muerte.

El tema tiene en la mira a los médicos que la atendieron en el Sanatorio de La Trinidad, y este martes se presentó espontáneamente en la causa la anestesista Nélida Inés Puente, alegando que “la sedación en el caso de Pérez Volpin no tenía ningún riesgo”.  Aun así el tema más importante a dilucidar es si hubo mala praxis o se trató de un caso de muerte súbita, con un paro cardio-respiratorio que excedió la tarea de los médicos.