El Consejo Nacional Justicialista decidió intervenir el PJ jujeño presidido por el massista Carlos Haquim y designó al frente de esa fuerza provincial al ex gobernador mendocino Celso Jaque, con la misión de regularizar la situación interna partidaria con el llamado a elecciones durante el próximo año.
Interventor. Ahora Jaque deberá armar las valijas y desembarcar en una provincia que vive una realidad política tensa con Milagro Sala presa por haber protestado en la vía pública y una presión internacional cada vez más fuerte para que espere en libertad el proceso judicial en su contra.
Jaque tendrá una tarea engorrosa y burocrática. En 360 días deberá “depurar el padrón electoral”, agrupar al peronismo y llamar a nuevas elecciones internas para regularizar el partido. Parece fácil, pero todos saben que será una tarea cargada de discusiones.