El Sumo Pontífice se refirió al rol que tienen las fuerzas de seguridad, cuando en la Argentina la polémica quedó instalada a partir del protocolo firmado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que regula el uso de armas de fuego por parte de los efectivos
El pontífice subrayó que “la defensa del bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar perjuicio”, por lo que “los que tienen autoridad legítima deben rechazar toda agresión, incluso con el uso de las armas, siempre que ello sea necesario para la conservación de la propia vida o la de las personas a su cuidado”.
“Toda acción defensiva, para ser legítima, debe ser necesaria y mesurada”, remarcó Francisco al advertir que “un acto que proviene de buena intención puede convertirse en ilícito si no es proporcionado al fin”.