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Emilio Monzó: “No se nos fue la mano con los despidos”

Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, fue entrevistado por Jonatan Viale y no realizó ninguna autocritica respecto al manejo de los despidos en las dependencias gubernamentales.

Sobre el rol protagónico de Massa, el titular de la cámara baja dijo que “es alguien que está ayudando a la gobernabilidad”. Ayer el Frente Renovador acompañó la decisión del oficialismo de derogar el Decreto de Necesidad y Urgencia de Cristina Kirchner que ordenaba devolver en el acto a todas las provincias el 15% de la Coparticipación Federal. El gobierno nacional se comprometió a llevar adelante esa devolución pero gradualmente en los próximos cinco años. Para Monzó, fue “una salida a una decisión de la presidenta saliente de vaciarnos fiscalmente si se asumía la obligación de desprenderse de $ 80.000 millones”.

Luego del paro nacional y la jornada de protesta impulsada por ATE y partidos de izquierda, Monzó se mostró de acuerdo con la decisión del gobierno de impulsar los despidos en el Estado nacional. “No se nos fue la mano para nada. El paro fue exagerado. Los despidos están siendo muy graduales y específicos. Hay que defender al empleado. Pero mucha gente no trabaja . Se han creado lugares para la cooptación electoral. Se ha utilizado el Estado para ganar votos”, concluyó.

Consultado por la decisión del presidente Macri de duplicar la coparticipación porteña vía DNU, reconoció que “en las formas, fue un error”. “Tendríamos que haber consensuado la transferencia con los gobernadores. El error tuvo que ver con el timing pero no con el fondo. Este es un gobierno que va a asumir las equivocaciones”, dijo Monzó.

El ex ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires y hombre fuerte de Cambiemos en la cámara de Diputados reconoció molestias del Radicalismo dentro de la coalición gobernante: “No es por la falta de injerencia en la toma de decisiones. Es una demanda inmediata de un posicionamiento a nivel local desde el punta de vista político”.

Concretamente admitió que referentes radicales como Luis Naidenoff están molestos con la cercanía de Macri al eterno gobernador de Formosa Gildo Insfrán. Se pudo saber que esta situación se reitera con José Cano en Tucumán, Eduardo Brizuela del Moral en Catamarca, Aída Ayala en Chaco y Julio Martínez en La Rioja. Macri necesita tener buena relación con los gobernadores. Al mismo tiempo, no puede descuidar a sus aliados locales. Esa es la disyuntiva en donde Emilio Monzó opera como equilibrista.

Luego de la pelea por el despacho de Máximo Kirchner, el líder de La Cámpora dijo que Monzó tenía “algo personal” porque asumió erróneamente que Néstor Kirchner lo echó del ministerio de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires. La respuesta fue dura. “No lo conozco. Ellos si buscaron desde lo personal vengarse con todo el poder con quien no coincidían. La Cámpora está en el llano. Muchos no asumieron en diciembre este cambio tan rotundo. Espero que se llamen a la cordura”.

Consultado por la guerra despachos, afirmó que “cualquier presidente de la Cámara de Diputados pueda administrar los recursos y los espacios públicos. Ellos (La Cámpora) tenían 18 despachos en el tercer piso del palacio que siempre corresponden a las autoridades. Muchos de estos chicos tuvieron la suerte de, casi sin estar militando, llegar a lo más alto de un gobierno”, cerró. Ayer Monzó pidió desalojar la Sala Néstor Kirchner y siete oficinas que hoy ocupa el Frente para la Victoria, entre ellos las de legisladores históricos como Carlos Kunkel y Teresa García.