Chubut Para Todos

El radicalismo sigue reclamando ser aceptado por el PRO

En el radicalismo siempre sintieron que en el gobierno nacional no les daban la importancia que ellos pretendían. El enojo de dirigentes que apoyaron la alianza Cambiemos crece y ya muchos ponen reparos porque sienten que no forman parte de las tomas de decisiones y algunos miran nuevos horizontes. Por esto se celebró una cumbre para evitar rupturas.

La primera parte giró sobre la posición del partido frente al proyecto de reforma política y para el final quedó el “análisis de las instancias de diálogo” con el macrismo, en palabras de uno de los presentes que intentó bajarle el tono al malestar del radicalismo por la falta de gravitación en las decisiones del Gobierno. Los principales referentes de la UCR se reunieron durante tres horas en el Comité Nacional. Al terminar, en público guardaron las formas. En privado sostuvieron el reclamo y adelantaron que empujarán la designación de Ernesto Sanz como sucesor de Susana Malcorra en caso de que la canciller deje su cargo para presidir la ONU.

La reunión de la “mesa chica ampliada” fue convocada la noche anterior por José Corral -presidente de la UCR- y asistieron unos veinte referentes del partido. Sanz llegó cuando había comenzado y en el tercer piso del Comité ya estaban los ministros Julio Martínez (Defensa) y Oscar Aguad (Comunicaciones), José Cano (titular del plan Belgrano), el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador, los senadores Luis Naidenoff y Juan Carlos Marino, los diputados Ricardo Alfonsín y Carla Carrizo, autoridades del partido como Silvia Elías y Sergio Pinto (vicepresidentes) y veteranos como Jesús Rodríguez -auditor de la AGN- y el operador Enrique Coti Nosiglia. Faltaron los jefes de los bloques en el Congreso, Angel Rozas por estar de viaje en Portugal y Mario Negri por las reuniones y negociaciones previas a la sesión de hoy en Diputados.

“Ratificamos que el diálogo es la herramienta para construir consensos y el compromiso de acompañar al Gobierno en la búsqueda de acuerdos legislativos”, dijo Corral a Clarín, y se enfocó en la posición sobre la reforma política: “Hay consenso en la boleta única electrónica y los cambios que garantizan transparencia, vamos a hacer algunas observaciones y el pedido de que se traslade a todo el país”. Los radicales buscarán “ordenar” también los procesos electorales en las provincias -mencionaron principalmente los casos de Santa Cruz, Tucumán y La Rioja- y pese a que las reformas tendrán que sancionarse en las legislaturas locales le pedirán a Rogelio Frigerio -ministro del Interior- que las incluya como parte de las negociaciones con los gobernadores. También harán “objeciones” al texto que enviará el Ejecutivo al Congreso.

Sobre la relación con el macrismo indicaron que se abrieron ámbitos de diálogo con el Gobierno, aunque mantuvieron el reclamo por mayor participación en las decisiones y cuestionaron las falencias en la construcción política del Gobierno. Los radicales buscarán coronar la reaparición en escena de Sanz, ya con presencia frecuente en Olivos y la Casa Rosada, con la sucesión de Malcorra en caso de que avance su postulación en la ONU. “El partido va a empujar para que eso ocurra”, adelantó uno de los asistentes a la reunión. En el Gobierno señalan a Sanz como uno de los candidatos para ese cargo, aunque las especulaciones también abarcan al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, a Fulvio Pompeo -secretario de Asuntos Estratégicos- y a Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, entre otros.

Los radicales no avanzaron en la propuesta de convocar a un diálogo social, algo que Macri decidió no implementar y en su lugar entablar “diálogos sector por sector”, como repite Peña en público. Quedaron en organizar otra reunión más prolongada a fin de mes, una suerte de “retiro para analizar la marcha del Gobierno”.