Chubut Para Todos

El día que River goleó 5-1 a Barcelona en una tarde con polémica y escándalo

Fue la última vez que se enfrentaron el 9 de julio de 1964 en el Monumental

No es un error, aunque por estos días parezca impensado. Tampoco un cuento heroico de esos que se relatan en las mesas futboleras. Todo pasó en el Monumental en la fría tarde del 9 de julio de 1964. Un Día de la Independencia con fútbol y con una victoria maravillosa de River , que goleó 5-1 aBarcelona en un partido con polémicas y algunas secuencias escandalosas, según describen las crónicas de la época. Fue la última vez que se enfrentaron entre sí.

El partido que todos esperan que en nueve días sea la final del Mundial de Clubes se jugó por primera vez en Núñez y terminó en goleada en un estadio lleno y ante un Barcelona sin las figuras de la actualidad. Eran épocas de franquismo en España y en esa década del ’60 los catalanes festejaron la Copa de Ferias (la UEFA), cuatro copas del Rey y un título de liga. Por entonces, River empezaba a transitar el largo camino de los 18 años sin ganar un campeonato, una racha adversa que recién se cortó en 1975.

Pero mejor volver a aquella tarde en el Monumental. Se jugaba por primera vez la Copa Iberoamericana con River, Boca, Barcelona y Botafogo, de Brasil, un cuadrangular de todos contra todos en Núñez. Ese 9 de julio, con entradas prácticamente agotadas y 9.945.000 pesos de recaudación, la jornada se abrió con la victoria de los xeneizes por 1-0 ante los brasileños, que ese día no contaron con Garrincha, quien estaba resolviendo temas impositivos en Río de Janeiro.

El plato fuerte era River-Barcelona. El césped estaba barroso, algo que a lo que los europeos no estaban acostumbrados. Los españoles se pusieron en ventaja a los 10 minutos de juego con un tanto desde afuera del área de Pereda. Hugo Gatti, por entonces arquero millonario, tardó en reaccionar. Vestido con una camiseta verde hoja, el Loco había salido a la cancha con unos guantes de pecarí que se había comprado en la Avenida Santa Fe. Luego de que le marcaran, se los cambió por unos de crochet gris y pecarí, describió el diario del día después.

 

En ventaja, Barcelona se paró de contra. “Tuvo un dispositivo netamente defensivo. Fútbol poco ambicioso, fútbol de visitante, que parece estar de moda tanto aquí como en Europa. Muy pocas aptitudes para el aplauso”. River logró el empate, a los 32, por intermedio de Ermindo Onega. Estaban 1-1, hasta que, a los 38, una jugada cambió el partido.

El árbitro Ventre cobró una infracción de Olivella a Pinino Mas. Los jugadores de Barcelona, enojados, fueron a reclamarle al juez. Benítez le aplicó “un fuerte empellón” a Ventre, quien lo expulsó. “Fue perfectamente justificada”, se escribió al día siguiente. El jugador blaugrana no dejaba la cancha y debió intervenir la policía. Los ánimos empezaban a caldearse y, cuatro minutos después, River consiguió el 2-1, un gol de Artime en posición adelantada.

Ese tanto enfureció aún más a los futbolistas de Barcelona. Cuando terminó el primer tiempo, Pereda fue a protestarle al árbitro, quien lo expulsó camino al vestuario. “Le hizo un gesto en el que parecía indicar que dudaba de sus facultades mentales”, dijo sobre la reacción del futbolista de los catalanes. Quedaron 11 contra 9.

Barcelona volvió a la cancha con Pereda, quien desconocía que había recibido una tarjeta roja. El árbitro lo invitó a retirarse y el español intentó agredirlo. De nuevo, debió intervenir la policía para que dejara la cancha. “Me siento apenado por ser la primera vez que me echan. Resulta difícil explicar el arbitraje, que en todo momento favoreció a River. Cuando se lo hice notar, me insultó y de ahí mi gesto”, dijo Pereda luego del partido.

El encuentro ya estaba desvirtuado. Sólo cinco minutos tardó River en convertir dos goles más, anotados por Matosas y Onega. 4-1 y partido definido. A los 15, ya con el resultado consumado, sucedió algo impensado en estos días: hubo hinchas que dejaron la cancha por el frío y cierto aburrimiento. Quedó tiempo para otro tanto millonario, de Fernández, para un 5-1 que infló el pecho de los corazones riverplatenses. Fue la última vez que jugaron, el domingo 20 de diciembre todo Núñez sueña con que vuelvan a verse las caras en Japón.

 Un torneo que quedó desierto. Tras aquella primera jornada en la que Boca derrotó a Botafogo y River goleó a Barcelona, los xeneizes vencieron 3-2 a los españoles y los millonarios cayeron 4-3 contra los brasileños por la segunda fecha. En el día decisivo, Boca tenía la chance de ser campeón, pero perdió 3-1 ante River. Botafogo venció 2-0 a Barcelona. Como River, Boca y Botafogo terminaron con dos triunfos cada uno (Barcelona sufrió tres derrotas), no hubo campeón y la copa quedó desierta.

Por Pablo Hacker | canchallena.com