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El consumo interno de carne vacuna es el más bajo de los últimos 100 años

Según el último informe de CICCRA, el consumo per cápita en abril habría sido de 45,2 kilos.

egún el último informe económico mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), la producción de carne vacuna en abril habría totalizado 242,7 mil toneladas de res/carne/hueso (tn r/c/h). 

El uso del potencial se basa en que según el director de CICCRA, Miguel Schiariti, “las actuales autoridades de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario han decidido repetir el método llevado a cabo por Guillermo Moreno, es decir no publicar los datos de faena que, hasta el mes pasado, salía regularmente en los primeros tres días del mes”. 

Para Schiariti, “como la faena (según nuestra encuesta y relevamiento de datos de las faenas de establecimientos testigos) ha sido 4,9% inferior a la faena de marzo y 18,5% menor a la de abril de 2020, da toda la sensación de que están queriendo ocultar el hecho de que en abril el consumo “per cápita”, por ejemplo, fue el menor de los últimos 100 años (45,2 kg/hab/año equivalentes). Vemos que se repite la política de desinformación y de pensamiento ilusorio de aquellos años, como si realmente publicar o no un dato pudiera modificar la realidad”.

El director de CICCRA también considera que “esconder información genera incertidumbre en el productor ganadero, que cuando decide retener o no una ternera para madre, necesita tres años para ver el fruto de esa decisión. Las amenazas y la distorsión de la realidad a través del ocultamiento de datos de faena, desorienta la toma de decisiones”.

Razones de la baja en el consumo de carne

En el análisis del mercado, el 90% de la caída del consumo interno se explica por la retracción del nivel de faena y producción. Los productores tuvieron que hacer uso de las recrías a campo en los últimos meses, las cuales demandan más tiempo para lograr el aumento del peso del animal y, en consecuencia, provocan una caída de la oferta de animales de consumo en el corto plazo.

Esta situación está enmarcada un proceso general de reversión gradual del ciclo ganadero, que entre finales de 2018 y mediados de 2019 había ingresado en una fase clara de liquidación de existencias, lo cual generó una menor disponibilidad de terneros en 2020.

“Asimismo, la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación observados en los últimos tres años, contribuyeron también a explicar la disminución de la demanda interna de carne vacuna y la mayor demanda de carnes alternativas”, señala Schiariti.