Chubut Para Todos

El camaleón acorralado por la Justicia que sostienen Berni y Kicillof

Juan Manuel Lugones, jefe de seguridad deportiva, está procesado por presunto acoso sexual. Por Ritondo llegó a Vidal, pasando por Stolbizer. De anti K al FdT.

La seguridad en el deporte en provincia de Buenos Aires está a cargo de Juan Manuel Lugones, un abogado radical que a principios de año fue denunciado por acoso sexual, amenazas y abuso de poder por una policía. Hay una causa abierta, pero continúa en su puesto, ratificado por Sergio Berni. Acusó a Julio Grondona, fue asesor de Margarita Stolbizer y funcionario de María Eugenia Vidal y denunció la relación del kirchnerismo con las barras bravas, aunque logró sobrevivir en el gobierno de ese espacio político, que conduce Axel Kicillof.

En febrero, una mujer policía lo denunció en la UFI N°15 de La Plata, a cargo de Cecilia Corfield, donde sostuvo que la manoseaba, la denigraba y, ante la negativa a salir con él, fue castigada con un traslado a otra jurisdicción. La fiscal reconoció que tiene 16 testigos que avalan la acusación y espera que el juzgado de Garantías N°3, a cargo de Pablo Raele, defina el inicio del juicio. Letra P se comunicó con Lugones para esta nota, pero no obtuvo respuesta del funcionario.

La defensa del titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) sostiene que es una causa armada y cerca del funcionario acusan a sectores de la Policía descontentos por los recortes en ingresos que venían, sobre todo, de los adicionales en los partidos de fútbol y apuntaron hacia Mario Baudry, exjefe de Gabinete de Berni. Dueño de la revista La Tecla, Baudry renunció este año luego de ser denunciado por violar la cuarentena y agredir a oficiales de La Bonaerense.

Con la pandemia y el fútbol parado, Lugones aprovechó para bajar el perfil y mantenerse en el cargo, pero la semana pasada tres ONGs vinculadas al fútbol reclamaron su renuncia. La Coordinadora de DDHH del Fútbol Argentino, la Coordinadora de Hinchas y la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista emitieron un comunicado en el que repudiaron que “el encargado de ´prevenir la violencia en el deporte´ continúe ejerciendo sus tareas mientras es imputado y llevado a juicio con múltiples testimonios en su contra”.

TORITO. Lugones nació en Mataderos y ahí comenzó a militar en la Unión Cívica Radical. Fue asesor en el club Nueva Chicago durante la gestión del presidente Antonio Filomeno, con quien tuvo sus diferencias en 2008. También asesoró en la Legislatura porteña de Martin Hourest, que en 2007 ganó su banca por el frente Buenos Aires para Todos, que llevaba a Claudio Lozano como candidato a jefe de Gobierno. En 2010, acusó penalmente a Julio Grondona de encubrir y financiar a los barras, mientras era abogado de la ONG Familiares Víctimas de la Violencia en el Fútbol.

Trabajó con Stolbizer y fue precandidato del GEN a legislador porteño en las elecciones de 2015. En las presidenciales de ese año, la exdiputada fue la única que presentó un plan contra la violencia en el fútbol. Ideado por Lugones, proponía una policía y fiscalías especializadas en barras. Con el triunfo de Mauricio Macri, fue convocado para la Aprevide por Cristian Ritondo, a quien conocía desde joven por Nueva Chicago y el barrio.

Cambiemos asumió un pedido de los clubes de fútbol, especialmente del entonces presidente de Boca, Daniel Angelici, para que el Estado impusiera el derecho de admisión a los estadios y se creó el programa “Tribuna segura”, un programa dirigido por Guillermo Madero, entonces director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos y hoy a cargo de la seguridad en el fútbol en la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo, esa herramienta fue una de las principales críticas hacia Lugones. “Con el derecho de admisión muchas veces terminó metiéndose a gente de manera discrecional, casi sin cuestiones judiciales. Lugones aprovechó para darle visibilidad a la gestión de Seguridad. Iban a una cancha, metían una X cantidad de detenidos y lo subían a Twitter. Pero hubo listados engrosados y arbitrarios”, afirma el sociólogo Diego Murzi, vicepresidente de Salvemos al Fútbol (SAF), que desde 2006 monitorea los casos de violencia en las canchas.

De acuerdo al listado que hace SAF, los fallecidos por violencia en el fútbol durante el macrismo bajaron con respecto al kirchnerismo de ocho anuales a 5,75 y hubo solo cuatro en la provincia de Buenos Aires en esos cuatro años, pero crecieron las denuncias por abusos policiales en los operativos y distintos dirigentes del ascenso le critican a Lugones sus modos “policiales” para discutir. El 5 de noviembre de 2018, por ejemplo, La Bonaerense disparó indiscriminadamente balas de gomas contra micros con hinchas de Vélez que iban a un partido con Defensa y Justicia en Florencio Varela, lo que motivó un pedido de informes por parte de diputados provinciales del Frente para la Victoria. Dos días antes, también hubo problemas en un Estudiantes-River en La Plata.

Una semana después, Lugones fue muy criticado porque, en vez de estar en el clásico del sur entre Banfield y Lanús, subía fotos a Twitter en La Bombonera viendo la primera final de la Copa Libertadores entre Boca y River. El año pasado, una semana antes de las PASO, se autorizó la presencia de hinchas visitantes en la provincia por la Superliga. Días antes del inicio del torneo, la Policía había reprimido en los ingresos de dos partidos de Copa Argentina en Lanús. En uno de ellos, Godoy Cruz-River, al tiempo que detuvieron a la cúpula de la barra millonaria, la Policía montada arremetió contra los hinchas en un ingreso que se descontroló y causó numerosos heridos.

De acuerdo al detalle que publicó el periodista Gustavo Grabia, durante la gestión de Lugones se descabezaron barras como las de Laferrere, Arsenal, Temperley, Chacarita y Tigre, aunque el caso más sonado fue la de Independiente, cuyo jefe, Pablo “Bebote” Álvarez, fue condenado a tres años y medio de prisión por tentativa de extorsión al técnico Ariel Holan, en una causa motorizada por Aprevide.

También se modificó el cobro de los servicios adicionales en el fútbol, ya que antes se hacía con una planilla manuscrita que les permitía a los clubes inflar los números y cobrar más dinero. Desde 2017, se hizo por vía digital e incluso se devolvieron 28 millones de pesos mal cobrados.

Con el triunfo del Frente de Todos, Berni le ofreció continuar y Lugones solo puso como condición preguntarle a Ritondo, que dio su aval. El ministro, que tiene buena llegada a Chiqui Tapia, consultó en la AFA, que también prestó su conformidad. “Es una muy buena persona. Con nosotros tiene excelente relación”, sostiene un dirigente con buena llegada al yerno de Hugo Moyano.

En el gobierno bonaerense comparte gestión con Augusto Costa, ministro de Producción y vicepresidente de Vélez, uno de los clubes que cuestionaron su modus operandi. Salvemos al Fútbol fue muy crítico de su continuidad, que describió como un “retroceso en la construcción de una seguridad deportiva ciudadana cuyo horizonte sea el bienestar de los y las hinchas”.

Lo singular es que históricamente fue muy crítico del kirchnerismo, al punto de que 2014 publicó “Barrabravas para todos”, un libro sobre la relación de los gobierno de Néstor y Cristina Kirchner con los violentos. Cuando asumió en la Aprevide vidalista, declaró que “el Estado no va a pactar más como hacía antes. Me cuesta hablar de lo que ocurrió en la anterior gestión, pero la Aprevide fue manejada por un barra y ahora hay otra etapa”. Hoy es parte del gobierno del Frente de Todos.

Al tiempo que solo cinco clubes argentinos, tres de ellos en la provincia de Buenos Aires, compiten por la Copa Libertadores y su juicio no tiene fecha de inicio, Lugones sigue en su cargo y espera. Por ahora, no piensa renunciar.

Por Federico Yáñez – Letra P