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Edgardo Cenzón, el recaudador del PRO que Vidal se sacó de encima

Las cesantías de Gómez Centurión en la Aduana y Álvaro Zicarelli en el Senado parecieron una sobreactuación del presidente y de la vice.

Pero la renuncia obligada de Edgardo Cenzón como ministro de infraestructura del gobierno de la provincia de Buenos Aires estaba, desde que lo nombraron en diciembre pasado exiliándolo desde el gobierno de la Ciudad, donde ocupaba el mismo cargo y donde era el recaudador de campaña puesto por Nicolás Caputo después de ser un economista junior del estudio Melconian-Santangelo pasó al ejecutivo de CABA en el Ministerio de Espacio Público, donde los rumores lo señalaban como un hombre clave de una estructura de negocios que estaba por encima de la política y que disponía de los fondos para la estructura en las PASO, primera vuelta y el ballotage. Y desde sus comienzos en un desvencijado auto pasó a un piso impresionante y varios autos de alta gama y también a ser un asiduo visitante de la joyería Simonetta Orsini, adonde concurrían los ricachones K y el poder judicial, que les brindaba impunidad y bastó que Hugo Alconada Mon escribiera la semana pasada sobre las visitas a esa joyería para que la gobernadora Vidal se desprendiera de ese presente griego que le mandaron a la provincia. También había rumores acerca de pedidos sobre el plan de obras públicas a los intendentes peronistas que preguntaron si tenían terminal en la gobernación, lo que fue negado terminantemente y como prueba de ello, Edgardo Cenzón adujo problemas personales y presentó la renuncia.

Por Guillermo Cherashny para Informador Público