Chubut Para Todos

Daniel Arroyo: “Cuando Macri termine habrá más pobreza, desocupación y desigualdad”

Invitado a un Ciclo de Entrevistas, el diputado criticó a Cambiemos. Apoyo a Cristina y el pedido de unidad en la oposición.

-¿Qué radiografía hace de la situación social actual?

-A esta altura es claro que cuando termine el gobierno de Macri habrá más pobreza, más desocupación y más desigualdad que cuando empezó. Además de esto, hay tres cosas que no es común que se den juntas en la Argentina: primero, hay más gente grande en los comedores; segundo, hay un sobreendeudamiento de las familias, los costos fijos subieron: luz, gas, medicamentos, y los sueldos subieron poco o bajaron, como en el empleo informal (plomeros, carpinteros, que si trabajaban 5 veces a la semana ahora trabajan dos). Los intereses a los préstamos son un robo. Una persona saca 10 mil pesos en una financiera regulada por el Banco Central, a los 24 meses devuelve 29 mil. Los créditos Argenta del Anses, dan 10 mil y la persona devuelve 15 mil, le está sacando 5 mil pesos a un jubilado que cobra 8600 pesos. Los jubilados cobran del 5 al 19, según número de DNI. ¿Qué hacen las actividades bancarias? Le dan el sueldo el primer día del mes y le cobran 250 pesos de comisión. La gente se desespera y toma créditos al 180 % o quiere cobrar el 1° de mes y paga una comisión porque no le alcanza la plata. Un tercer factor es que no se genera trabajo, hay un poder recesivo fuerte.

-Usted es un hombre de la provincia de Buenos Aires. ¿Cómo evalúa la gestión de María Eugenia Vidal?

-Conozco a la gobernadora y creo que es una buena persona, tiene un nivel de sensibilidad mayor al Gobierno nacional, pero los resultados son problemáticos. En salud estamos yendo a un retroceso, y no entiendo cómo confronta con los docentes, golpea a lo único que está en pie en la Argentina y es la escuela. Están trabajando bien en seguridad, con las mafias, pero no ven la venta de drogas en los barrios. Surgió un nuevo sujeto social y es el que vende drogas en los barrios, que le va mejor que a un maestro o a un obrero. Tiene billetes, da crédito y termina realizando asistencia social. Creo que hay que armar una fuerza especial en la policía para contrarrestarlo y generar veinte mil tutores sociales para vincular a los jóvenes con la escuela y el trabajo.

-Hubo conmoción en el país con los resultados de las elecciones de Brasil ¿Qué opinión le merece?

-Me preocupa mucho el resultado. La sociedad de Brasil refleja un cansancio de la corrupción y una necesidad de cambio, pero para mí va por el peor lado. Me impacta que la polarización haya sido contra el PT y no contra Bolsonaro. Yo creo que para sacar el 46% de los votos, debe tener muchos votos de la población pobre, me parece impactante y muy negativo para Brasil y para Argentina. Si emergen los Bolsonaros quiere decir que hay un problema.

-¿Cree que ya se lanzó la campaña electoral para 2019?

-No veo que se esté acelerando el proceso de campaña. En el Frente Renovador, en el kirchnerismo y en el peronismo hay dos miradas, una es que hay que demostrar una gran unión opositora. Y la otra mirada es la de la fragmentación, esa es negativa. Quienes gobiernen en la siguiente etapa, sea quien sea, van a necesitar mucho consenso. Van a gobernar con un acuerdo caído del FMI porque está claro que este Gobierno tomó toda la deuda que podía tomar, la adelantó y le quedan sólo 7 mil millones de dólares para delante con un mercado laboral en etapa recesiva y con problemas sociales.

-En una unidad opositora y teniendo en cuenta que pueden ser gobierno, ¿el exceso de pragmatismo no logra desvirtuar y hacer fracasar los frentes electorales?

-Hay cosas que son opciones y otras obligaciones. En contextos de crisis profundas es obligación construir una gran unidad opositora. La ruptura del contrato social es un gran peligro para la Argentina y ese vacío hay que llenarlo bien. Si fuéramos Suiza con dos por ciento de pobreza no tendría sentido. Hay gente dentro de este Gobierno que pertenece al radicalismo y otros sectores, que pretende mejorar la educación, eliminar la venta de drogas y generar un mercado interno en la economía.

-Usted firmó una carta de apoyo a Cristina ¿Cree que es una perseguida política o una ex presidenta acusada de corrupción?

-La carta no habla sobre Cristina sino sobre toda Latinoamérica y fue firmada por varios personajes muy significativos. Creo lo mismo que dijo el ministro Garavano, que no hay que abusar con la prisión preventiva, que hay que establecer criterios y efectivamente que vaya a la cárcel quien esté demostrado que es corrupto. Lo que paso con Lula a mí me parece muy fuerte: fue condenado por un departamento donde hubo mucho debate y ningún papel que demuestre si era suyo o no. Votaron por íntima convicción, no porque había algo para demostrarlo. Para mi acá eso no puede pasar, quien es corrupto debe ir a la cárcel, pero no estoy de acuerdo con estos mecanismos de persecución política. Opino que el kirchnerismo creó un sistema de corrupción en la obra pública. Y ahí está el núcleo del problema.

-Para usted, ¿quién gobierna en la Argentina?¿Macri o los sectores de poder?

El Gobierno hizo un acuerdo con el FMI sin sentido frente a la primera corrida cambiaria. Luego renegoció otro acuerdo y todo eso lo decidió el Gobierno que tiene como idea de país en esencia, soja, minería, sector financiero y salarios bajos. Con ese criterio Argentina tiene 20 millones de personas afuera. Además, hay un problema de estructura de negocios: quién debe controlar los precios está del otro lado. Con los medicamentos y el combustible sucede lo mismo. El Gobierno perdió la noción de la realidad, pero gobierna Macri, sin duda.