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Closs, una gestión que solo deja más hoteles y más pobreza en Misiones

Consultados sobre el legado que deja la gestión del gobernador misionero Maurice Closs, referentes de distintos sectores coincidieron en que el saldo es “negativo” y la deuda social “muy alta”, y que el despilafarro y desmanejo de los recursos, la falta de visión así como de voluntad, y los niveles de corrupción del gobierno que culmina en tres días, fueron una constante durante los ocho años que duró el mandato del gobernador saliente.

Altos índices de pobreza, manejos turbios de los fondos públicos, y constantes acusaciones por corrupción, son tres de los principales aspectos que conforman el balance de la gestión clossista en la que confluyen las miradas de distintos referentes  políticos y sociales; quienes también apuntaron a la deliberada desidia del gobierno ante un
sistema electoral decadente con fines de rédito político, al abandono del agro, y a los negociados con empresarios amigos.

Legisladores y dirigentes opositores sostuvieron cada uno por su lado que los ocho años de Closs al frente del gobierno, significaron un desaprovechamiento crónico de los recursos, y un incremento exponencial de la deuda social, que tuvo entre sus víctimas preferidas a jubilados y asalariados: “En lugar de abocarse a esto vimos un gobierno muy marcado por darse lujos y priorizar gustos personales con altísima inversión del Estado, como el helicóptero, como la réplica de las cataratas, el faro que se pretendió hacer en Iguazú, y los negocios turísticos para beneficiar a su familia”, dijo por su parte Wipplinger, en consonancia con sus pares dirigenciales, quienes a su vez criticaron también la promoción del turismo “circunscripta a Iguazú y no al resto de la provincia”, la creación de la empresa Marandú, y la apropiación de los medios estatales, entre otras tantas cosas.

En el plano institucional, “no acondicionó la provincia al siglo XXI, no hizo nada con la ley de lemas, no corrigió la dependencia de la justicia al poder político, mucho menos la transparencia en el manejo de las cuentas públicas, en este aspecto fue pésima la gestión de Closs. La corrupción estuvo a la orden del día y nunca se investigó ni sancionó a nadie. En definitiva, no hemos visto en todos estos años un proyecto de provincia, no hubo metas para la pobreza, para el empleo, no hubo metas para el sector productivo, la yerba, el té, la forestación no tienen un plan hacia donde apuntar. Solamente un capitalismo de amigos que benefició a los allegados y se dedicó a perseguir y presionar con la política fiscal a los otros”, opinó uno, en sintonía absoluta con el resto de los dirigentes consultados.

Pero no solo los dirigentes se quejan de Closs, según una encuesta que circula por los pasillos políticos, el todavía gobernador es de los dirigentes con peor imagen en la provincia. La encuesta es también compartida por Eduardo “Balero” Torres, titular del Instituto de Loterías y Casinos y el ministro de Gobierno Jorge Franco.

La actitud final acusatoria por parte del gobernador hacia el pueblo misionero, su falta de identidad política y su negativa al diálogo; son finalmente los rasgos señalados por los referentes, como algunos de los aspectos más cuestionables del mandatario, en las postrimerías de su gestión al frente del ejecutivo en la provincia, que en síntesis, solo dejó más hoteles y más pobres en la provincia.

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