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Christian Ledesma se regaló un gran triunfo a 20 años de su debut

El marplatense ganó la primera carrera de la temporada, en Viedma; a los 42, se ilusiona con ser otra vez protagonista y reencontrarse con la gloria, como en 2007; “me gustaría correr hasta los 50”, se ilusiona.

 En dos días cumplirá 20 años en el Turismo Carretera , aunque el paso del tiempo no le quitó vigor ni eficacia. La victoria en el autódromo rionegrino, en la apertura del calendario 2018 del TC, demuestra que Christian Ledesma es parte del selecto grupo de pilotos top del automovilismo nacional. No es solamente el triunfo lo que resalta que el marplatense, a los 42 años, encara un nuevo ciclo con la firme intención de ser protagonista y el deseo de reencontrarse con la gloria, como en 2007, cuando se calzó la corona de campeón, después de demoler a los rivales.

“Nunca me imaginé tantos años de vigencia, porque cuando corría en los autos de fórmula en lo único que pensaba era en poder subirme alguna vez a un auto con techo, porque ahí estaban los ídolos, los monstruos. Eran como personas intocables para los que mirábamos desde lejos. Ahora todo cambió, los jóvenes ya no miran como próceres a los que llevan años en el TC, hay lo que llamamos una sana falta de respeto en la pista que quizás antes nosotros no teníamos. Cuando cometí las primeras macanas en una carrera, me llamaron la atención y me avisaron que así no iba a durar mucho”, dice, sentado en una silla blanca de plástico, en la sala de conferencias. A un metro, su hijo Franco lo mira, mientras custodia el trofeo que el ganador se llevará a su pequeño museo personal al que le empezó a dar forma en Mar del Plata.

De aquel debut en Mar de Ajó con Ford, marca con la que compitió en los tres primeros años, a este presente en el que es un referente de Chevrolet -el segundo piloto de la marca con mayor cantidad de carreras, 305, solo superado por el séptuple campeón Guillermo Ortelli-, Ledesma tuvo momentos de alegría y de dolor. El título de 2007, sin dudas, es el logro deportivo destacado de una campaña que también lo vio coronarse en el TC 2000, en 2004. La imposibilidad de reunir el presupuesto en 2016 lo empujó a tener que ausentarse del TC. Se refugió en la familia, en la compañía de su esposa Jackie, a la que conoció un año antes de debutar en el TC, y de sus hijos Franco y Luca.

“¿Hasta cuándo corriendo? Ni idea, pero me gustaría seguir hasta los 50 si mantengo este nivel. De otra manera no creo que me aguantara, porque uno se impone desafíos, se exige. No soy del que le gusta correr por correr”, dice, quien el 13 de marzo de 2007, en Paraná, ganó la primera carrera que la categoría organizó sin acompañantes y de joven se ilusionó con correr en la Fórmula 3000. “Necesitaba 900 mil dólares, una fortuna”, dice, con una sonrisa.

Un circuito agridulce

Antes, el trazado de Viedma le dibujó sonrisas y también una mueca de fastidio. Porque en 2015 ganó su serie -no se imponía en un parcial desde entonces- y en la carrera final hizo un trompo cuando marcaba el camino y la victoria la celebró Facundo Ardusso. “Corría para el Jet Racing, el equipo de Canapino; tuvimos una excelente clasificación, pero no teníamos un auto equilibrado como para ganar. Me exigí, venía colgado, y terminé cometiendo ese error en la horquilla, un lugar conflictivo para el frenado”, rememora y, con rapidez, traza un paralelo con la situación actual: “Esta fue una carrera muy loca. De entrada, todo muy bien, hasta que la lluvia empezó a complicar una pista que ya es compleja. Nadie sabía qué pasaría con la lluvia, porque algunos sectores estaban secos y otros, como la Curva 4 y la horquilla, tenían el piso mojado, lo que hacía que no tuviéramos márgenes para equivocarnos. Es una pista muy fácil para cometer errores: fue una carrera que se sufrió arriba del auto y se disfrutó recién cuando bajé. Pero empezar el año así es fantástico”.

Ledesma manejó la carrera desde el semáforo hasta la bandera de cuadros y el mayor momento de zozobra no se lo produjeron los ingresos de los dos Autos de Seguridad, sino cuando bloqueó en la horquilla y, además de desgastar el neumático, estuvo a punto de perder la posición. La pelea se dio a su espalda, entre Mariano Werner (Ford), Gastón Mazzacane (Chevrolet), los que completaron el podio, Juan Martín Trucco (Dodge) y Facundo Ardusso (Torino). “Tengo auto con potencial para pelear el campeonato”, señala quien corrió con el buzo antiflama de Facundo Della Motta -integrante del equipo de TC Pista de Las Toscas Racing- , ya que los suyos se achicaron después del lavado, y le tuvo que pedir la gorra de publicidad a Malena, promotora del team, ya que entre la alegría y los festejos… se olvidaron de llevar una al podio.

La noche anterior a las series clasificatorias y la carrera final, Christian Ledesma cenó en el restaurante “Sal y Fuego”, junto a su hijo Franco y a algunos integrantes del equipo. Walter Pérez, socio propietario de Las Toscas Racing, vaticinó la victoria del marplatense. Un sueño que el piloto hizo realidad, la mejor manera de celebrar 20 años en el TC.

Carreras para el futuro

Proyecciones del TC

Dos circuitos históricos se perfilan para volver a recibir al Turismo Carretera en 2019: el autódromo Juan Manuel Fangio, de Balcarce, y el Parque de Río Cuarto. En el trazado bonaerense, que la categoría dejó de visitarlo después del accidente que le provocó la muerte a Guido Falaschi, el 13 de noviembre de 2011, existen deseos políticos para recuperar la fecha en el calendario y por ese motivo ya se trabaja en el informe que realizó la FIA para mejorar las normas de seguridad. Por su parte, el trazado cordobés será reformado y desde la ACTC son optimistas en que el próximo año será parte de la temporada, después de seis años de ausencia. El último ganador fue Juan Bautista de Benedictis, el 3 de junio de 2012.

A la escudería de Ledesma le sienta bien Viedma

Con la de ayer, Las Toscas Racing sumó su sexta victoria en el TC, y la segunda en el autódromo rionegrino.