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Arroyo pidió la renuncia del funcionario que autorizó las compras con sobreprecios

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, pidió la renuncia al secretario de Articulación de Políticas Sociales, Gonzalo Calvo, quien autorizó la compra de fideos, azúcar y aceite a valores por encima de los “precios testigo” fijados por la Sigen, se informó oficialmente.

El Ministerio de Desarrollo Social anuló este martes la compra de alimentos con sobreprecios en fideos, azúcar y aceite para repartir en medio de la pandemia de coronavirus y llamó a una nueva licitación.

En tanto, el ministro Daniel Arroyo le pidió más temprano la renuncia al secretario de Articulación de Políticas Sociales, Gonzalo Calvo, responsable de autorizar la compra de alimentos a valores por encima de los “precios testigo” fijados por la Sigen, se informó oficialmente.

La decisión surge como “primer resultado de la investigación que se inició ayer” sobre el proceso de compra de partidas de alimentos que serán repartidas entre comedores y merenderos de las zonas más vulnerables del país, detallaron voceros del Ministerio de Desarrollo Social.

“También se va a revisar el circuito administrativo para las compras” realizadas por la cartera, donde “no se descartan más cambios”, apuntaron los informantes.

Con todo, en un informe elaborado por el Ministerio se explicó que “en ningún rubro se compró a una sola empresa” porque se realizó una licitación para satisfacer la mayor demanda en los comedores, donde aumentó de 8 a 11 millones la cantidad de personas que necesitan asistencia alimentaria en las últimas semanas, en el marco del aislamiento obligatorio decretado por la pandemia de coronavirus.

El propio Alberto Fernández anunció anoche en una entrevista televisiva que “si hubo un acto de corrupción” en la compra de alimentos será “el primero que lo va a perseguir” porque su intención “no es apañar a un corrupto” en su gobierno.

Sin embargo, desde la cartera de Desarrollo Social, afirmaron que por el momento no se constató un “acto de corrupción”, sino un proceso por lo menos “desprolijo”.

El Presidente había dicho que “las empresas se plantaron y no quisieron bajar los precios y la cartera de Desarrollo Social tuvo que enfrentar el dilema entre alimentar a la gente y pagar más, o no hacerlo”.