El ingeniero Ariel Garbarz, propuesto en la causa por la querella de la Comisión Provincial por la Memoria, dijo que se detectó el 2 de agosto el encendido de un aparato con línea chilena pero en territorio argentino
La Justicia y el Gobierno acercan cada vez más la hipótesis de la desaparición forzada de Santiago Maldonado en manos de “siete gendarmes”. Mientras tanto, el ingeniero Ariel Garbarz, perito propuesto por la querella de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), aseguró que uno de los teléfonos del joven fue usado el 2 de agosto, un día después de la última vez que lo vieron, cerca de Esquel. Sin embargo, el juez Guido Otranto y la fiscal Silvina Ávila no quisieron aceptar la información.
Para el ingeniero, la información que encontró es clave: “Tenemos información muy importante sobre la geolocalización. Es la punta del ovillo de la causa. Impactó en una antena de Movistar, sabemos cuál es pero se lo vamos a decir a la Justicia”.
La zona de la Pu Lof, el territorio mapuche donde se vio por última vez a Maldonado antes del operativo de Gendarmería Nacional, no capta señal de celular. De allí hacia el sur, las antenas más cercanas están a 80 kilómetros, en Esquel (en el aeropuerto, en el centro de esquí El Hoyo, en los suburbios y en la propia ciudad).
Por último, no descartó la posibilidad de que hayan encendido el celular para desviar las pistas: “Alguien lo puede prender lejos de la escena del crimen para distraer la atención, por eso es necesario tener esa información en la causa”, aunque también consideró que haya sido prendido por error.