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Jorge Macri: “No hay un liderazgo único en la oposición hoy, es colectivo”

En una entrevista con Ezequiel Spillman, el intendente plantea que “el presidente está haciendo un esfuerzo por encontrar equilibrios”. Y agrega: “El oficialismo tiene más tensiones internas que nosotros”.

¿Cuál es el panorama sanitario hoy en Vicente López?

Hoy estamos con cien casos aproximadamente y seis fallecidos. Somos un municipio que arrancó  siendo de los que más contagios tenían, con San Isidro, porque fuimos de los que más recibimos gente venía del exterior. Y hoy somos de los que menos contagios han ido teniendo. En toda la zona norte estamos en puesto siete u ocho. De cualquier manera es una enfermedad muy compleja: hoy tenés menos y otro día más. Por un lado, con los barrios populares se generan muchos contagios rápido, y por el otro con los geriátricos. Por eso estamos muy atentos a esas dos variables. El vecino, en esto, hemos visto que es muy responsable y colabora.

¿Cuál es la situación en villas locales?

En general son barrios chiquitos. Las Flores es el más grande. Estamos haciendo un control puerta a puerta, preguntando a la gente, desde hace tiempo ya. Por otro lado, en las entregas de alimentos también tomamos la temperatura y medimos la concentración de oxígeno en sangre. Si a alguna de esas variables se agrega otro síntoma, hisopamos y agregamos el protocolo. En lo que refiere a asistencia alimentaria pasamos de cuatro mil familias a 15 mil. Son casi 60 mil personas, el 22% aproximadamente de la gente en Vicente López. Y va en crecimiento. Mucha gente de clase media que no puede trabajar.

¿Está colaborando el Gobierno nacional?

Tenemos un sistema de salud municipal muy fuerte y nos concentramos en fortalecer ese sistema. Y hemos recibido respiradores, y esperamos que lleguen más de Nación y Provincia. El nivel de integración es bueno. Desde el ministerio de Desarrollo Social nos está ayudando con asistencia alimentaria. No hay una tensión.

¿Y la Provincia?

Hay coordinación en temas sanitarios. Pero los principales proveedores de salud pública en Vicente López somos nosotros como municipio.

¿Sus asesores en Salud ven que viene lo peor con el pico de la curva?

Tenemos una mesa de epidemiólogos donde está el Doctor (Gustavo) Lopardo, quien asesora también al ministerio de Salud de Nación. La percepción es que finalmente estamos entrando en la etapa más difícil de esta pandemia. Aunque en Vicente López estamos en niveles de contagio bajos, no va a ser para siempre. Vienen semanas difíciles. Aunque no creemos que haya una colapso del sistema sanitario.

¿Hay retrasos en el envío de fondos a municipios?

Retrasos no hay. Lo que hay es una búsqueda de acuerdos permanentemente, sino acuerdos por asistencia. Hasta ahora es razonable. No nos cubren la caída de recaudación pero han ayudado mucho. Nadie puede pedir que esta crisis no nos afecte, a veces uno puede sentir que necesita más ayuda. Puede no haber acuerdo, pero hay ámbito de dialogo. Lo llamo al presidente y me atiende, llamo al gobernador y me atiende. El nivel de diálogo está a la altura del momento. Estaremos en desacuerdo en otras cosas.

¿Cada cuánto y de qué habla con el presidente?

Cuando hablo, siempre es vinculado a la pandemia. Le importa mucho tener la opinión de primera mano, la opinión de los intendentes. Además hemos encontrado un ámbito donde siente que a través mío y de otros tiene una mirada de los intendentes opositores de la Provincia.

¿Cómo lo ve hoy al presidente en términos más generales?

Hoy las gestiones están muy cruzadas por la pandemia. Es muy difícil evaluarlas por fuera de la pandemia. El presidente hace un esfuerzo por encontrar equilibrios entre las visiones de su propio espacio y de la oposición, como tenemos que hacer todos los que tenemos visión ejecutiva. Está haciendo un esfuerzo de encontrar equilibrios. En otros temas tenemos visiones distintas.

¿Se abrió una grieta cuando el presidente criticó a Vidal?

No me gustó porque la pandemia nos convoca en presente y futuro más que en análisis de pasado. Todos tenemos un pasado y tendremos logros y cosas que no logramos hacer como hubiéramos querido. El desafío es hoy como encontramos acuerdos. Tomo todo lo que paso estos diez días como un desliz, un tropiezo en el camino de los acuerdos. Me tocó compartir un anuncio en La Plata con el presidente y el gobernador esta semana y los discursos fueron distintos. No me parece justo responsabilizar a María Eugenia de lo que está pasando en Provincia. En salud hizo mucho. ¿Hizo todo lo que necesitaba y le hubiera gustado? No. Esta provincia necesita 20 años de buenos gobernantes para cambiar totalmente su sistema de salud. El desafío de Axel es ser mejor que Mariú. Y el nuestro es ganarle y ser mejores que él en el 2023.

¿Lo sorprendió que Kicillof retomara la agenda contra Vidal en la conferencia de prensa para anunciar la extensión de la cuarentena con el presidente y Larreta?

Me sorprendió menos: él tiene esa tendencia a hacer un repaso. Fui de los primeros en hablar de eso: dije basta. Creo que fue una reacción, ya está. Estaba Horacio ahí, el presidente estaba ahí y vos venís a pudrir la situación. ¿Y si Horacio  le contestaba en ese momento? No hay que mezclar ámbitos institucionales con los partidarios. Si quiere Kicillof, después, puede hacer un acto con militantes. Pero eso es otra cosa. En ese contexto institucional es el gobernador de todos, no de un sector político.

¿La oposición debe ser moderada o, por el contrario, debe que marcar errores del Gobierno para que la pandemia no tape temas?

Es tema por tema. La oposición tiene que tener la madurez y el equilibrio para generar acuerdos en la pandemia y plantarse firme con temas institucionales, de transparencia, que sean parte de la discusión durante la pandemia. La gente entiende ese doble rol. Por ejemplo: voy a asistir cada vez que me llamen por acuerdos para combatir la pandemia. Pero en proyectos como el de Vallejos para quedarse con acciones de las Pymes voy a estar en la vereda de enfrente. Creo en el esfuerzo, en el trabajo y en la propiedad privada. Cuando intentaron avanzar, desde algunos sectores del oficialismo, con liberar masivamente a detenidos, fuimos claros en ponernos enfrente. No creo que el rol opositor solo deba ser ejercido por los diputados, también lo tenemos que hacer nosotros los intendentes. Lo único que pedimos hacia adentro es no discutir la pandemia: no discutir tapabocas sí o no, salidas recreativas sí o no. Tenemos especialistas. En los otros temas hay que levantar la voz, esperan eso de nosotros.

¿Cómo ve las tensiones al interior del PRO?

No le tengo miedo a las distintas opiniones. Siempre fuimos un espacio político que se jactó de la diversidad, con lo cual bienvenida la discusión. Aprendo de los que piensan distinto. Parte de la maduración del espacio es perderle el miedo a la discusión interna, a miradas distintas. Lo único que no puede estar en duda son los principios y valores. Lo demás se puede discutir. La pandemia demuestra que las herramientas que hoy te sirven pueden no servirte más adelante. La post pandemia nos va a obligar a cambiar muchas herramientas pero lo que nos une, a diferencia del oficialismo nacional, son los valores.

¿Las posiciones más extremas, como las del diputado Fernando Iglesias, lo incomodan?

Son normales. El oficialismo tiene más tensiones y extremos que nosotros. Eso no supone que un espacio político se rompa. Espero que siempre los que gobiernen tiendan a ser moderados, con convicción, pero moderados porque el ejercicio del poder requiere moderación.

¿Qué rol tiene Vidal hoy?

Está muy bien, equilibrada, madura. Ha acumulado una experiencia de un valor inmenso para todos nosotros. A mí siempre me sirve escucharla. La consulto hasta en gestión municipal. Su mirada siempre agrega, tiene un enfoque, un pensamiento lateral, muy interesante. Está haciendo el camino de pensar qué quiere hacer en el futuro. Y es un camino que tiene que hacer ella. Lo que siento es que, al igual que Mauricio (Macri), no ha perdido compromiso. Sería muy miserable que en un espacio político solo deben tener lugar los que ganaron. Necesita de todos.

¿No debería salir de su silencio?

Es difícil. Si habla la van a criticar por hablar, si no habla, la van a criticar por callarse. Tiene que hacer lo que sienta. Cuando las cosas son tan difusas, al fin del día tenés que decidir sobre lo que sentís que está bien hacer. Mauricio y María Eugenia tuvieron la generosidad de darnos espacios a muchos. Estarán en silencio hasta que ellos sientan que eso alcanza.

¿Entonces Mauricio Macri también seguirá en silencio?

Es una situación excepcional. La regla habitual dice que le das 100 días al que asumió antes de criticarlo, por respeto. Esta pandemia plantea reglas excepcionales. Más que un tema de tiempo, va a estar definido por la gravedad de la situación. El intento de avance en temas muy graves, para poner límites, los puede obligar a hablar a Mauricio y a María Eugenia. No solo es el tiempo, depende del contexto y las situaciones.

¿Larreta es el líder natural de la oposición hoy?

No hay un liderazgo único. Hoy nadie representa el todo. Probablemente para los vecinos de la Ciudad es Horacio, para los de Lanús es Néstor (Grindetti), para los vecinos de Vicente López, yo. Después es una suma:, Mauricio, María Eugenia, (Alfredo) Cornejo, (Gerardo) Morales. Es muy bueno que el liderazgo hoy sea colectivo. Nos permite múltiples miradas, diversidad. Una de las maneras de administrar haber perdido el poder es con múltiples liderazgos. Eso evita la diáspora.

¿Larreta y los intendentes como usted no quedaron muy pegados al oficialismo por la pandemia?

Nunca subestimo a la gente y la gente tiene muy en claro que no son fotos electorales, sino fotos de gestión. Yo les quiero ganar. Y puedo sacarme todas las fotos que hagan falta, como lo hago desde 2004 recorro la Provincia de Buenos Aires. Voy a intentar generar una mejor alternativa al oficialismo en 2021 y quiero volver a ser gobierno en 2023. Esas especulaciones son más políticas que de la gente. Hay un momento de trabajar todos juntos y otro de las elecciones.