El papá del joven más complicados teme que no se haga justicia por “la trascendencia mediática del caso”.
A cuatro meses del asesinato de Fernando Báez Sosa a patadas a la salida de un boliche en Villa Gesell, el padre de Máximo Thomsen, acusado de darle el golpe letal al joven fallecido, se quejó de que “todos” los detenidos en la cárcel “tienen celulares menos” los rugbiers acusados del crimen en manada.
Javier Thomsen brindó hoy una entrevista a la agencia estatal Télam en la que aseguró que es consciente “del dolor” que padecen los padres de Báez Sosa y reveló que intentó comunicarse con ellos “en varias oportunidades”, al tiempo que pidió que en la causa se cumpla “con el debido proceso”, ya que teme “que no se haga justicia” debido a la trascendencia “mediática” del caso.
Thomsen contó que a su hijo y a los otros siete detenidos por el hecho “les gritan asesinos” cada vez que salen al patio de la Alcaidía La Plata 3, en Melchor Romero, donde se encuentran alojados desde el pasado 13 de marzo.
Además, contó que ni Máximo Thomsen ni Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi. Matías Benicelli y Lucas Pertossi tienen en su poder teléfonos celulares como muchos de los detenidos en esa unidad.
“Los chicos no pueden acceder a algunos objetos por la presión mediática que hay contra ellos. Todos tienen celulares menos ellos”, se quejó Thomsen padre, quien agregó que los ocho rugbiers están alojados juntos en el mismo sector, en celdas de a dos, “en una alcaidía donde todas las personas están procesadas sin condena y no tienen contacto visual con otros presos”.
Sin embargo, reconoció que puede hablar con su hijo una hora por día, ya que los jóvenes acusados tienen acceso al teléfono de la alcaidía para que cualquiera de los detenidos en ese sector se pueda comunicar con su familia.
Máximo Thomsen está procesado, junto a los otros siete detenidos, como coautor de “homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. A pesar de esto, Javier Thomsen aseguró que su hijo y sus amigos “están ilegalmente detenidos porque no tuvieron el justo proceso desde el inicio”.
También se refirió a los padres de Fernando Báez y reconoció que intentó comunicarse con ellos pero no logró hacerlo.
“Yo llamé varias veces a los padres de Fernando. Cada vez que sonaba el teléfono era un dolor enorme. La situación era llorar todo el tiempo. Nunca me atendieron y una vez dejé un mensaje”, recordó.